24/07/2014 - 03:03hs
Se trata del Kepler-421b, ubicado a mil años luz de la Tierra. El tiempo que tarda en orbitar su estrella es de 704 días
En la búsqueda incansable de un mundo que tenga condiciones similares a las de la Tierra, los astrónomos que trabajan en la misión Kepler (ver aparte) hallaron un nuevo exoplaneta con una característica muy particular: el cuerpo tarda en dar una vuelta alrededor del su estrella unos 704 días, un tránsito más breve que el de Marte (780 días) pero muchísimo mayor que el del resto de los exoplanetas encontrados.
El nuevo cuerpo, que se ubica en dirección a la constelación Lyra, se denominó “Kepler-421b” y, según se pudo comprobar, gira alrededor de una estrella de tipo K naranja, más fría y menos brillante que nuestro Sol. Este dato hace suponer a los investigadores que este planeta, del tamaño de Urano, se enfría a una temperatura de -57º.
En relación a estos hallazgos, el astrónomo Luis Martorelli, vicedecano de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP, afirmó a Hoy: “Es apasionante que se sigan descubriendo. Gracias a la tecnología, podemos conocer cientos de nuevos planetas, lo cual es realmente algo muy impresionante para los que trabajamos en esto”.
El más lento
“Dar con Kepler-421b fue un golpe de suerte”, afirmó David Kipping, uno de los científicos involucrados en el descubrimiento. El experto explicó que “cuanto más lejos está un planeta de su estrella, menos probabilidad hay de que transite la estrella desde el punto de vista de la Tierra. Tiene que alinear a la perfección”.
De hecho, este fue el motivo por el cual encontrar a Kepler.421b no fue tarea fácil: la nave tuvo que observar la misma zona del cielo durante cuatro años en busca de estrellas que disminuyeran su brillo cuando los planetas cruzan frente a ellas. En este período, sólo se detectaron dos tránsitos de este cuerpo celeste.
Vida “extrasolar”
Aunque muchos fantasean con que la aparición de estos exoplanetas pueda conducirnos a encontrar vida inteligente en el cosmos, Martorelli insistió en que “aunque la superficie sea similar a la de la Tierra, no necesariamente esto indica que haya vida. Se deben cumplir con muchas condiciones que lo propicien, como temperatura, humedad y radiación”, lo cual en este caso en principio no sucedería.
En busca de mundos similares
La misión Kepler es una campaña de exploración del Universo lanzada en el 2009 por la Agencia Espacial Estadounidense (NASA). Su objetivo es buscar planetas extrasolares, sobre todo, aquellos que sean rocosos y de un tamaño similar al de la Tierra. Además de intentar dar respuesta a grandes incógnitas científicas, este proyecto toca una pregunta existencial: “¿Hay otros como nosotros en el Universo?”.
Hasta la fecha, el satélite Kepler detectó 947 planetas confirmados aunque todos gigantes y con condiciones gaseosas (similares a Júpiter) y cuya mayor composición es de hidrógeno y helio. Estas características hacen que prácticamente no haya posibilidades de que estos mundos puedan albergar vida.
La única excepción fue el hallazgo del exoplaneta Kepler-186, a unos 500 millones de años luz de la Tierra. Según se pudo comprobar este lejano planeta tiene la densidad y el espectro de radiación necesario para albergar vida siempre y cuando también contara con una atmósfera y agua en la superficie.