Solidaridad sobre ruedas: la iniciativa de un club de bebidas para ayudar a los chicos

Se describen como un “refugio de encuentros”. Todos los miércoles reciben donaciones de 14 a 17 en el local de calle 45 entre 5 y 6.

En épocas de crisis social y alimentaria, las expresiones solidarias se reforzaron por parte de los vecinos de la ciudad de La Plata. Este es el caso de un grupo de amigos que coordinan el club de bebidas y espacio de encuentro Armando Minoche en el centro de la ciudad. Ellos se propusieron el objetivo de expandir la energía de solidaridad hacia los barrios más vulnerables de la región.

La propuesta implica recolectar donaciones que puedan aportar los clientes y al momento de llevar el envío, les entregan alimentos, frazadas, colchones, ropa o juguetes para acercar hacia comedores populares.

“Armando Minoche quiere que cada persona que se acerque deje una semilla de luz y se lleve otra, nada esta improvisado, todo es sentido, siempre tratamos de dejar mensajes positivos. Las obras de arte que tenemos expuestas en el local están a la venta y parte del dinero va para la compra de alimentos”, señaló a diario Hoy Nicolás Meccia, responsable del espacio.

Con el objetivo principal de ayudar y también “transmitir que se puede hacer un cambio”, el grupo que conforma Armando se encarga de recibir, clasificar y ordenar todas las donaciones que luego irán a parar a manos de cientos de chicos en los barrios populares.

“Mi idea siempre fue armar un móvil solidario y cuando pase esto, hacer un desayunador para los chicos de la calle. En invierno preparamos café y salimos a repartir a la gente, pero ahora encontré que puedo hacer de nexo entre los que más tienen y los que más necesitan”, remarcó Nicolás.

Además de las donaciones que obtuvieron hasta el momento y que ya entregaron, los chicos armaron un sorteo a través de sus redes sociales de Facebook e Instagram para los clientes. Como tuvo gran repercusión, pudieron contactar a otras personas y comentar sobre el emprendimiento solidario.

“Me dedico a organizar eventos y con la cuarentena se cortó todo, tengo gastos y demás pero mi afán es sanar el mundo, arrancamos este proyecto con poca plata y apareció gente mágica que me ayudó y todo salió a pulmón por eso celebramos desde la alegría y la conciencia”, destacó el joven.

Cuando una amiga les comentó que en ciertos puntos de la ciudad necesitaba asistencia, el grupo no lo dudó y comenzaron con la puesta en marcha del plan.

“Ese mismo fin de semana fuimos para los barrios y conocimos a mujeres que alimentan a un montón de chicos, que no reciben ayuda de ningún lado y vemos que hay necesidad básicas por cumplir, todas las familias fueron súper agradecidas y a partir de ahí seguimos”, recordó.