Tita, el nuevo mini-satélite que nos saca fotos desde el espacio

Interés General

21/06/2014 - 03:03hs

El aparato argentino fue lanzado desde Rusia y pesa sólo 25 kilos. Formará parte de una red satelital. La UNLP participó del proyecto

En pequeño satélite argentino fue lanzado desde Rusia y ya “orbita” en el espacio exterior, desde donde le tomará fotos a nuestro planeta durante unos tres años. El BugSat-1, apodado “Tita” (por la actriz Tita Merello) forma parte de una nueva tendencia a crear equipos más pequeños, baratos y de funcionamiento en red: trabajará “en grupo” con otros aparatos similares.

La iniciativa es un proyecto independiente de Satellogic, una empresa de jóvenes científicos -con edades que rondan los 30 años- que contó con la colaboración de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP): en el laboratorio del Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA) se hicieron las pruebas de resistencia ambiental.

Trabajo en equipo

Tita es parte de un proyecto que busca poner en el espacio a una plataforma de al menos quince nanosatélites (nano=pequeño) con fines científicos y educativos.    

En menos de dos años, ya es el tercer lanzamiento exitoso: en abril de 2013 se puso en órbita a CubBug1, un prototipo del tamaño de un paquete de yerba al que llamaron “Capitán Beto” (en honor a la canción de Luis Alberto Spinetta). Más tarde, en noviembre de ese año, lo acompañó CubBug2 (llamado Manolito, por el amigo de Mafalda). Pesa dos kilos, y es algo más “complejo” que su antecesor. 

Con Tita, que partió el jueves desde la ciudad rusa de Yasni, también se dio un paso adelante en relación a la tecnología de sus hermanos mayores: pesa 25 kilos, está equipado con tres antenas y lleva una cámara para tomar fotos y videos en alta definición. 

Por ahora, las tareas de estos aparatos serán tomar imágenes en tiempo real para saber qué está pasando en nuestro planeta. Se espera que en el futuro la red sirva para entregar datos de geolocalización (GPS), señales de televisión y datos ambientales.

Nano-manía

Estos pequeños satélites no están construidos con los clásicos métodos de la industria espacial: se fabrican de manera rápida con elementos de consumo masivo, y sirven para poder tener información desde el espacio sin grandes presupuestos. Con la constelación de nanosatélites argentinos se intenta comprobar la eficacia de esta novedosa tecnología. 

Al ser consultado por Hoy, el ingeniero aerospacial de la UNLP Maximiliano Fischer explicó que existe una tendencia mundial a  “miniaturizar los satélites” y evitar así complejos y costosos softwares de vuelo. Además, se construyen con elementos de la electrónica comercial (como la que usan los smartphones).

Si bien los grandes satélites “comunes” son más confiables, ponerlos en órbita es muy caro y  complejo (sin contar las pruebas y experimentos previos que requieren). En cambio, si se envían varios nanosatélites (que son más inestables, pero de producción rápida y de bajo costo) se puede armar una red confiable de trabajo. Si uno se rompe, se puede reemplazar fácilmente, y la misión no se cae. También es más fácil modernizar el sistema, porque se pueden ir enviando nuevos aparatos, que tienen la capacidad de intercomunicarse. Lanzarlos tampoco es caro: en el cohete que puso en órbita a Tita, llevó a 37 satélites de diferentes tamaños y nacionalidades.

Software libre

Tita, Manolito y Capitán Beto llevan una plataforma abierta, por lo que sus datos están disponibles para aficionados, universidades e institutos de investigación. De hecho, es el Club de Radioaficionados de Bariloche el que se encarga de seguirle los pasos, (además de los ingenieros de Satellogic) y actualizar sus estados en las redes sociales. 

En este sentido, los interesados pueden seguir las andanzas de esta trilogía de mini-satellites vía Twitter: al igual que el rover Curiosity (que “tuitea” desde Marte), los tres aparatos tienen sus propias cuentas oficiales: @cubebug1; @cubebug2 y @BugSat1 desde donde “tuitean” las novedades.