Tras varias semanas sin agua, con la primavera llegó la solución en una parte de Tolosa

Ocurrió en 20 y 530, en donde los vecinos se habían organizado para cortar la calle en la esquina por la falta del servicio

Ayer, después de mucho tiempo sin respuestas, los vecinos que habitan la zona del Estadio Único volvieron a tener servicio de agua. Desde 19 hasta 25 y desde 526 hasta 532, los frentistas venían sufriendo dicha falta desde antes del 15 de septiembre.

Si bien el problema se resolvió de forma parcial ayer, cuando en las casas volvió la presión y se llenaron los termotanques, en la zona se teme que cuando regresen las altas temperaturas en el final de la primavera o en el verano vuelva a faltar el agua en las manzanas que están alrededor del Estadio Único.

El problema en primera persona

Juan Manuel Lavanca vive hace más de dos décadas en la calle 20 de Tolosa. Es uno de tantos vecinos que vio crecer el Estadio Único con el nuevo milenio, y que como otros eligió esta zona de ciudad para desarrollar una vida tranquila, alejada del ruido del centro, pero no tan a las afuera de la ciudad.

Alejandro Doceño se mudó al lugar hace 13 años, y como otras personas de la zona sabe explotar la circulación que le da el Estadio y alquila una habitación de su casa cada vez que hay un recital o un evento que junta a multitudes en las inmediaciones del predio.

“Yo hice varios reclamos, pero no hay una respuesta. Nos llegaron a decir que por culpa de una bomba muy grande que está en la zona de Aeropuerto podía repercutir en Tolosa. Pero nada que ver”, expresó Juan , quien mostró indignado los reclamos ante este multimedio presente con los vecinos en el cruce de 20 y 530. Durante la década del 90, en este lugar las calles eran de tierra y los chicos solían andar en bicicleta entre algunos pastizales de un viejo baldío de 530 entre 20 y 21.

“Suponemos que hasta desconocen que por esta zona pasan las cloacas. Porque nos dijeron que podía ser por un problema de un pozo. La verdad es que no sabemos más cómo hacer porque desde incluso antes del 15 de septiembre no tenemos nada de agua durante el día, y apenas un hilito de agua a la noche”, continuó narrando el vecino.

En la misma cuadra de 530, por ejemplo, otro de los frentistas aseguró con impotencia que tuvo que poner una bomba que extrae con mayor potencia el agua del interior de la tierra, aún sabiendo que se trata de una conexión clandestina que además constituye una inversión de no menos de 100.000 pesos para las personas que quieren hacerla.

“Cuando me vine a vivir al barrio hice una habitación en una planta alta. Me cansé de esperar hasta ocho años para que arreglen la presión del agua: nunca tenía suficiente en los baños del piso de arriba porque era tan baja la presión que nunca subía. Por eso un día me cansé y tuve que poner una bomba, aunque sabía que si lo hacía podía perjudicar a otros vecinos”, expresaron en la zona.

“Ahora es tal la bronca que tengo, que estoy esperando a que vengan de Obras Sanitarias o de ABSA a decirme algo por lo que hice y los voy a sacar corriendo”, expresó enojado el vecino de la 530.

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