Triste realidad: cada vez más chicos asisten a comedores para no pasar hambre

La realidad del casi la mitad de los niños en Argentina (48,1%) se encuentra por debajo de la línea de pobreza y, según indica el último informe de Barómetro de Deuda Social de la Infancia que elabora la UCA en el último año creció la cantidad de chicos que tiene que asistir a comedores infantiles para no pasar hambre.

La realidad del casi la mitad de los niños en Argentina (48,1%) se encuentra por debajo de la línea de pobreza y, según indica el último informe de Barómetro de Deuda Social de la Infancia que elabora la UCA en el último año creció la cantidad de chicos que tiene que asistir a comedores infantiles para no pasar hambre.

Según advirtió el estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina, en el último año se "observa un incremento significativo en las ayudas alimentarias directas que se incrementan 4,1 puntos porcentuales".

El impacto del hambre se siente con mayor fuerza en los sectores sociales más vulnerables en términos socio-económicos, sector en el que la necesidad de acudir a comedores llega al 45%.

Entre los niños la franja estaría más afectada es la que va de 5 a 12 años. El 45% de los chicos en Argentina entre 5 y 12 años tiene que acudir a comedores comunitarios para poder comer (en 2015 eran el 40%) y se prevé que esa cifra llegue al 47,7% para fin de año.

El conurbano bonaerense en la región más afectada. Allí el 36,3% de los niños acude a comedores frente al 27,8% que lo hacía en 2015.

Aun cuando según el INDEC mejoraron los índices de pobreza económica y se incrementaron las acciones alimentarias directas, la situación de inseguridad alimentaria se agrava.

Además un 17,6% mostró un déficit en sus comida y un 8,5% de los niños argentinos directamente pasó hambre durante 2017.

El último índice de pobreza del INDEC marcó 25,7% en el segundo semestre del año pasado y se espera que regrese al 29% a fin de año merced de la inflación, la devaluación, el ajuste que aplica el gobierno de Mauricio Macri y la ola de despidos que afecta tanto al sector público como privado.

Ianina Tuñón, Investigadora Responsable del Barómetro explicó al presentar los resultados que estos datos muestran "una estructura social más empobrecida que se nota en todos los indicadores”.