La mayoría, refugiados sirios, perdieron todo.
10/09/2020 - 12:40hs
Miles de migrantes malvivían hoy al costado de rutas de la isla griega de Lesbos, a la espera de ayuda de emergencia, después de que el campamento de refugiados de Moria, el más grande y sórdido de Grecia y Europa, quedara devastado por dos incendios.
Un ferry fue enviado a la isla del mar Egeo, donde se declaró el "estado de emergencia", para albergar a estos migrantes, y dos buques de la Marina griega se dirigían hacia el lugar para aumentar la capacidad de acogida.
"Perdimos todo", se lamentó la siria Fatma Al-Hani, en la ruta que conduce de Moria al pequeño puerto de Panagiouda.
"Estamos abandonados a nuestra suerte, sin comida, sin agua, sin medicamentos", agregó con su hijo de dos años en brazos, en declaraciones a la agencia de noticias AFP.
"¿Qué vamos a hacer ahora? ¿A dónde podemos ir?", preguntó Mahmut, de Afganistán.
A su lado, su compatriota Aisha busca a sus hijos: "Dos de mis hijos están allí, pero no sé dónde están los otros".
Cornille Ndama, una congoleña, también huyó de Moria por la noche.
"Lo perdimos todo (...) No tengo nada, nada aquí y no sabemos dónde vamos a dormir", dijo.
El campamento de refugiados, famoso por sus pésimas condiciones y su superpoblación, sufrió un primer incendio anteanoche y otro anoche.
Esta mañana se registraron algunos focos más entre las tiendas ubicadas fuera del perímetro del campamento, avivados por fuertes vientos
Autoridades dijeron que los dos incendios mayores fueron provocados, el primero de ellos por solicitantes de asilo descontentos con la cuarentena impuesta en el lugar luego de detectar 36 casos de coronavirus entre los habitantes del campamento.
Ese incendio había dejado sin techo a unos 3.500 de los más de 12.500 habitantes del campamento de Moria, y las autoridades enviaron anoche carpas en un vuelo, así como un ferry y dos barcos de la Marina para albergar a los migrantes de manera temporaria.
Pero nuevos incendios se iniciaron anoche en las partes del campamento que habían resultado indemnes y destruyeron el grueso de lo que había quedado en pie, lo que provocó que miles de solicitantes de asilo más abandonaran el lugar.
Está previsto que el vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Margaritis Schinas, quien tiene a su cargo las cuestiones migratorias de la Unión Europea (UE) acuda al lugar.
Lesbos, una isla del mar Egeo con 85.000 habitantes, es la principal puerta de entrada a Europa para los migrantes debido a la proximidad entre Grecia y Turquía.
El campamento albergaba a unos 12.700 solicitantes de asilo, es decir cuatro veces más que su capacidad de acogida. Entre ellos figuran 4.000 niños.
Numerosas familias no tienen cobijo y pasaron una segunda noche en el suelo, sin productos de primera necesidad.
La mayoría de estos migrantes salieron presos de pánico para alejarse de las llamas en la noche del martes al miércoles, y hoy estaban sentados a la orilla de la carretera que va del campamento al puerto de Mitilene, formando largas filas de espera de tres kilómetros.
Algunos de ellos se refugiaron en los olivares de los alrededores. Otros, erraban entre las localidades vecinas en busca de agua.
Los habitantes y las autoridades locales se oponen a la instalación provisional de tiendas fuera del campo.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que la UE, que ha sido criticada por la escasa colaboración con los países del sur de continente que son el principal destino de los migrantes, está "dispuesta a ayudar".
La presidenta griega, Katerina Sakellaropoulou, pidió a la UE que "no cierre los ojos" a esta tragedia.
"Los refugiados y la inmigración son, antes que nada, un problema europeo", afirmó en un comunicado.