En el norte casi polar, Islandia, una isla salpicada de fiordos e iluminada por auroras boreales, muestra un enfoque peculiar para combatir el coronavirus.
09/04/2020 - 12:35hs
Mientras el número de muertos y contagios se multiplica cada día en sus países vecinos y en casi todo el planeta, la nación nórdica ha logrado mantener a raya -al menos de momento- al covid-19: en casi dos meses solo ha reportado cuatro muertes y unos 1.500 casos.
Y para ello, no ha necesitado decretar cuarentenas ni confinamientos obligatorios: aunque las reuniones de más de 20 personas han sido suspendidas, muchas tiendas y negocios siguen abiertos y los niños en algunos niveles de enseñanza continúan yendo a las escuelas.
“Es el resultado de una estrategia que considero muy exitosa y que creo que es única en el mundo hasta donde llega mi conocimiento”, le cuenta a BBC Mundo la epidemióloga islandesa Kristjana Asbjornsdottir, profesora de la Universidad de Washington, en EE.UU.
El punto de partida del abordaje islandés ha seguido una de las recomendaciones básicas de la Organización Mundial de la Salud (OMS)desde que se comenzó a esparcir el coronavirus por todos lados: hacer “pruebas, pruebas y más pruebas” y, a partir de eso, tomar las decisiones.
Una visión novedosa
Cuando Islandia detectó su primer caso de covid-19 en febrero pasado, ya llevaba semanas haciendo pruebas para detectar el virus en turistas o personas que regresaban de viaje al país.
Según los expertos consultados por BBC Mundo ese enfoque “vigilante” de intentar atacar la enfermedad incluso antes de que se mostraraen la comunidad fue un paso decisivo.
“Creo que fuimos el único país del mundo que estuvo haciendo pruebas mucho tiempo antes de que el primer caso apareciera“, cuenta a BBC Mundo Kari Stefansson, director de DeCode Genetics, la empresa biotecnológica que lidera los esfuerzos para realizar exámenes masivos de coronavirus junto al Ministerio de Salud.
A diferencia de lo que pasaba en otros países, donde las personas acudían ya enfermas a los hospitales, en Islandia las autoridades pedían a los que entraban a la isla que se presentaran en los centros de salud a hacerse pruebas aunque no tuvieran síntomas.