La protesta se realizará el 6 y 7 de noviembre próxima contra el plan de enajenaciones y los ajustes aprobados en el Parlamento. También repudiarán la flexibilización laboral exigida por el FMI y la Unión Europea.
31/10/2012 - 20:26hs
La crisis económica que golpea duramente el seno de la Unión Europea (UE), ha desatado revueltas populares en diferentes países del viejo continente en repudio a las medidas de ajuste y recorte que han impulsado los gobiernos, bajo las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Este es el caso de Grecia, gobernada por el conservador Andonis Samarás, quien acordó un plan de ajuste con el FMI y el BM, con el objetivo de reducir el gasto público. Para esto impulsó una de las reformas laborales más duras de la historia del país.
Ajuste: plan de privatizaciones
El Gobierno griego, que dirige el conservador Andonis Samarás, logró hoy que el Parlamento ratifique su plan de privatizaciones que exige la troika para profundizar los ajustes y los sindicatos griegos no demoraron en convocar a una huelga general de 48 horas para los días 6 y 7 de noviembre.
La votación sobre las privatizaciones registró un número de apoyos menor al número de escaños con que cuenta la coalición gobernante (176), formada por el partido conservador Nueva Democracia, con 127 diputados; el Pasok, con 33, y Dimar con 16.
La legislación aprobada elimina el porcentaje mínimo de capital que debe tener el Estado en las hasta ahora empresas públicas y amplía hasta los 99 años el periodo en que se puede dar la concesión de un bien público a empresas privadas, informó la agencia de noticias EFE.
Además, otro artículo votado hoy permitirá que la decisión de las privatizaciones pueda ser tomada por TAIPED -un organismo estatal de funcionamiento independiente- sin necesidad de recibir el visto bueno del Parlamento, algo que exigían los socios progresistas del Gobierno, los partidos Pasok y Dimar.
Pero uno de los aspectos más cuestionados es que el Gobierno redujo ostensiblemente la cantidad de dinero que prevé ingresar a través de las privatizaciones y concesiones de propiedades estatales.
Si en el primer plan de reformas estructurales firmado por la troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional) y el Gobierno griego en 2010 se vaticinaba que ingresarían 50.000 millones de euros hasta 2015, esta cifra fue reducida ya en el nuevo acuerdo, alcanzado a principios de este año, hasta los 19.000 millones de euros.
Pero ahora, las previsiones del Gobierno admiten que en total los ingresos del Estado heleno no superarán los 11.145 millones de euros a pesar de que se amplió el periodo hasta finales de 2016, según explicó ayer en el Parlamento Takis Azanasopulos, presidente de TAIPED.
Los resultados de hoy muestran la fragilidad de la coalición que dirige Samarás de cara a las cruciales votaciones de la próxima semana en las que se debe ratificar los recortes presupuestarios para 2013 y una serie de reformas estructurales y de flexibilización laboral que despiertan el rechazo de parte de la coalición gobernante.
Como muestra de esta división, los líderes del Pasok, Evangelos Venizelos, y de Dimar, Fotis Kuvelis, se ausentaron hoy de la votación.
Trabajadores griegos a huelga de 48hs en todo el país
Frente a esta política de ajustes, los sindicatos griegos convocaron a una huelga general de 48 horas los días 6 y 7 de noviembre.
Una portavoz de la confederación sindical GSEE, que agrupa a 1,5 millones de trabajadores del sector privado, explicó que la decisión fue tomada hoy durante el comité ejecutivo y aún se espera que se una al paro la confederación ADEDY, que representa a medio millón de trabajadores del sector público.
Estas dos confederaciones también llamaron hoy a participar en una protesta contra las medidas de ajuste, además de haber convocado otra huelga general para el próximo 14 de noviembre, en consonancia con otros llamamientos en países del sur de Europa.
Las nuevas medidas incluyen ajustes por valor de 13.500 millones de euros, la mayoría de los cuales se aplicarán en el presupuesto de 2013, y una serie de reformas estructurales y de flexibilización laboral.