Un testigo relató que, ante el pedido de ayuda, uno de los efectivos expresó: "pues quémense". Los agentes solo actuaron cuando los internos ya estaban quemados.
30/10/2021 - 14:48hs
Dos agentes de la Policía colombiana fueron destituidos e inhabilitados por su implicancia en la muerte de ocho detenidos, durante el incendio de una comisaría en Bogotá, el 4 de septiembre de 2020.
La subteniente Aleida del Pilar González Quiroz y el patrullero Jorge Eliécer Suárez Orduz no podrán ejercer cargos públicos por 16 años, determinó un juicio disciplinario que tuvo lugar antes que se decida sobre un proceso penal.
La Procuraduría General colombiana entiende que existen pruebas suficientes para inferir que los dos policías omitieron sus funciones de protección y no le brindaron atención a las personas que se encontraban en las celdas del Comando de Atención Inmediata de San Mateo de Soacha, informó la emisora local RCN.
Pese a los gritos de ayuda y los insistentes pedidos de auxilio de las personas que estaban detenidas, los policías no tomaron las medidas urgentes ni necesarias para salvaguardar la vida e integridad de las mismas.
Están acusados además de homicidio y lesiones por perturbación funcional, informó la agencia de noticias Europa Press.
Uno de los testigos relató que el patrullero le gritó a uno de los detenidos "pues quémense" mientras el humo y las llamas devastaban las instalaciones.
Los agentes, que contaban con las llaves de las celdas, solamente actuaron cuando los internos "ya estaban quemados".
En la lectura del fallo de primera instancia el procurador del caso indicó que el patrullero "omitió realizar actos positivos para salvaguardar la vida e integridad de las personas privadas de la libertad, entre ellos abrir la reja, permitir la salida de estas personas a un área segura y evitar, impedir e interrumpir la exposición al fuego que finalmente los condujo a la muerte".
Por su parte, a la subteniente Aleida del Pilar González Quiroz, quien era la subcomandante de la comisaría de San Mateo, se la sancionó por no impartir órdenes dirigidas a sacar a los internos de las celdas.