Dos buques petroleros fueron obligados a entregar su cargamento, valorado en más de 38 millones de dólares.
Estados Unidos decomisó el cargamento de dos buques petroleros, gestionados por Grecia, que transportaban petróleo iraní bajo irregularidades.
En el mes de febrero, las autoridades estadounidenses incautaron el cargamento (valorado en más de 38 millones de dólares) en la ciudad de Houston y en las Bahamas.
En otoño de 2020 el M/T Stark I, un buque iraní, al cual se le habían aplicado sanciones en el 2018, repintó su cubierta para evitar ser detectado por las autoridades estadounidenses a través de los satélites. El 31 de octubre, la nave entró camuflada en una terminal de la isla de Charag, ubicada en el golfo Pérsico, para abastecer sus depósitos de petróleo.
Cuatro días después, los barriles de petróleo transportados por esta embarcación fueron transferidos en el mar a otro petrolero, el M/T Arina, una nave de bandera panameña gestionada por la empresa Saint James Shipping Ltd, con sede en Atenas, que ya era conocida por transportar crudo ilegal iraní.
Para realizar la operación se desactivó un dispositivo de seguridad obligatorio para evitar ser captados. Asimismo, en este proceso, se crearon documentos falsos para hacer pasar la carga como procedente de Omán.
El siguiente paso fue transferir nuevamente parte de la carga a un tercer barco, el M/T Nostos, con bandera de Liberia y gestionado por la empresa Eurotankers, con sede en la ciudad griega de El Pireo.
Finalmente, ambos buques, el Arina y el Nostos, intentaron descargar el petróleo en una instalación de almacenamiento en Turquía donde fueron interceptados por las autoridades estadounidenses.