07/07/2017 - 07:55hs
El papa Francisco pidió hoy a los jefes de Estado y gobierno que participan de la cumbre del G20 en Alemania "soluciones no traumáticas" para "el drama de las migraciones", al tiempo que les reclamó "reducir sustancialmente los niveles de conflictividad" en el mundo y "frenar la carrera armamentista".
"Lamentablemente, el drama de las migraciones, inseparable de la pobreza y exacerbado por las guerras, es una prueba de que no existen soluciones inmediatas y del todo satisfactorias a las problemáticas mundiales", aseguró el Pontífice en una carta enviada a la canciller alemana, Angela Merkel, con un mensaje a los líderes reunidos en la norteña ciudad de Hamburgo.
"Es posible en cambio poner en marcha procesos que sean capaces de ofrecer soluciones progresivas y no traumáticas que conduzcan, en tiempos relativamente breves, a una libre circulación y a la estabilidad de las personas que sean ventajosas para todos", planteó Jorge Bergoglio en el mensaje que, reveló al inicio de la misiva, le pidió Merkel durante su último encentro en el Vaticano a inicios de junio.
"En los corazones y en la mente de los gobernantes, y en cada una de las fases de aplicación de las medidas de política se necesita darle prioridad a los pobres, los refugiados, los que sufren, los desplazados y excluidos, sin distinción de nación, raza, religión o cultura, y rechazar los conflictos armados", agregó el Pontífice en el texto, divulgado hoy por el Vaticano.
"En este punto, no puedo dejar de dirigir a los Jefes de Estado y de Gobierno del G-20 y
toda la comunidad mundial un sentido llamado por la trágica situación en el sur de Sudán, del lago Chad, el Cuerno de África y Yemen, donde hay 30 millones de personas que no lo tienen comida y agua para sobrevivir", destacó Francisco, renovando su preocupación ya expresada durante el año por los conflictos en el mundo.
"El esfuerzo para cumplir urgentemente con estas situaciones y prestar apoyo inmediato a esas poblaciones será una señal de la seriedad y la sinceridad del compromiso a medio plazo para reformar la economía mundial y una garantía efectiva de su desarrollo", añadió el Obispo de Roma.
En ese marco, Francisco aseguró a los gobernantes del G20 que el deber de los encuentros multilaterales "es resolver en paz las diferencias económicas y encontrar reglas financieras y comerciales comunes que consientan el desarrollo integral de todos", planteó.
"Esto no será posible si todas las partes no se esfuerzan en reducir sustancialmente los niveles de conflictividad, en frenar la actual carrera armamentista y en renuncia a involucrarse directa o indirectamente en los conflictos, así como si no se acepta discutir en modo sincero y transparente todas las divergencias", los animó.
"Es una trágica contradicción e incoherencia la aparente unidad en foros comunes con fines económicos o sociales y la querida o aceptada persistencia de enfrentamientos bélicos", lamentó por último, tras destacar a Merkel y el resto de los líderes "los esfuerzos realizados para asegurar la gobernabilidad y la estabilidad de la economía mundial".