El macabro descubrimiento se hizo en el contexto de una investigación internacional contra el crimen organizado. Los agentes encontraron una sala de torturas insonorizada completamente equipada
11/07/2020 - 13:24hs
La lucha contra el crimen organizado en Europa tuvo sus frutos. Ayer la policía holandesa encontró seis contenedores de transporte que se utilizaban como cárcel clandestina, y un séptimo que era utilizado como sala de torturas, en Wouwse Plantage, a 4 kilómetros de la frontera con Bélgica.
La misma estaba equipada con una silla de dentista atornillada al suelo, paredes insonorizadas y aisaldas para engañar a las cámaras de vigilancia térmicas, esposas, bisturís, tijeras para podar, algodones, pasamontañas y bolsas negras. Además poseía un mecanismo para mantener a las víctimas encadenadas suspendidas en el aire.
Adicionalmente, encontraron siete armas pequeñas y un rifle de asalto automático, una variante china del Kalashnikov AK-47 en Rotterdam.
En otros allanamientos por todo el país, las autoridadaes secuestraron dos camionetas, 24 kilos de éxtasis y 25 armas de fuego y dos autos de alta velocidad.
Inicio de la investigación
La policía comenzó a tirar del hilo en abril por un hombre de 40 años en La Haya sospechado de estar involucrado en narcotráfico y en varios asesinatos.
Así fue como comenzaron a investigar una serie de conversaciones encriptadas entre miembros de la banda.
Varias de las futuras víctimas de secuestro y asesinato fueron alertadas y trasladadas a un lugar seguro evitando así "cientos de víctimas".
La interveción se decidió el 22 de junio cuando la cárcel clandestina estaba lista para usarse.