23/12/2012 - 14:45hs
El primer ministro en funciones de Italia, Mario Monti, se mostró dispuesto a dirigir el país o formar parte de su futuro gobierno tras las próximas elecciones, previstas para el 24 y 25 de febrero, aunque para ello, dictó sus condiciones.
En una extensa rueda de prensa, Monti, que dimitió el pasado viernes, repasó sus trece meses de Gobierno y aconsejó a las fuerzas políticas italianas que no "destrocen lo que con tantos esfuerzos y sacrificios se ha hecho en el último año para sacar a Italia de la crisis".
Exige se siga su receta, para afrontar la crisis europea
El primer ministro no parecía, en principio, muy dispuesto a hacer grandes anuncios, pero la persistencia de las preguntas de los medios presentes logró que develara sus propósitos políticos futuros, según se consignó en la agencia de noticias EFE.
"Estoy dispuesto a ofrecer mi apoyo, asesoramiento y guía, si es necesario, a la fuerza o fuerzas políticas que apoyen mi agenda", dijo, tras precisar que presentará en breve un documento programático bajo el título "Cambiar Italia. Reformar Europa por un empeño común".
En ese documento, explicó Monti, desarrolla su plan y explica qué se tiene que hacer "para no volver a una situación de emergencia económica", explicó.
Luego, dictó sus condiciones
El excomisario europeo explicó que no quiere presentarse con uno u otro partido, sino que pretende que sean las fuerzas sociales las que recojan sus ideas.
"Si después algunas fuerzas políticas manifiestan el propósito de presentarme como presidente del Ejecutivo, lo evaluaré y podría decir que sí", aclaró.
Monti explicó asimismo que su nombre no aparecerá en las listas electorales porque no puede presentarse a un escaño en el Parlamento al ser ya senador vitalicio, pero tampoco quiere que figure en los símbolos o eslóganes de la campaña electoral.
Monti, contra la oposición
Su discurso pareció en algunos momentos un claro mitin electoral con ataques a las políticas del centroizquierda y del centroderecha.
Monti dedicó a Silvio Berlusconi, líder del Pueblo de la Libertad (PDL), sus peores dardos, como cuando afirmó que no había entendido su "línea de pensamiento" en los últimos días, con lo que rechazó cualquier tipo de alianza con él.
El primer ministro también destacó cómo Italia salió de la crisis sin necesidad de recurrir a las "fáciles" ayudas que le ofrecían el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europea (BCE).
Según los últimos sondeos, una coalición de partidos centristas con Monti como líder podría conseguir el 15% de los consensos en las próximas elecciones, por lo que tendría que aliarse con otros partidos si quiere gobernar.
Y, por el momento, ni el Partido Demócrata (PD) ni el Pueblo de la Libertad parecen dispuestos a cederle el puesto de presidente.
Los objetivos de Monti
Tras 13 meses al frente del gobierno, Monti había anunciado que dimitiría después de que el partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad, le retirase su confianza.
El economista, que no pertenece a ningún partido político, fue designado primer ministro con el apoyo del Parlamento tras la dimisión de Berlusconi, con el encargo de restablecer la imagen exterior del país y sacarlo de la crisis económica.