En un nuevo aniversario de la llegada del hombre a la luna, un hecho poco conocido: el relato de cómo la histórica misión pudo haber terminado en tragedia.
20/07/2020 - 09:28hs
El 20 de julio de 1969, los astronautas del Apolo 11 pisaron por primera vez la luna. Sin embargo, por un pequeño detalle, los astronautas estuvieron a nada de quedar varados en el satélite natural de la tierra para siempre.
La historia del programa Apolo en sí no es una historia brillante sino que siempre estuvo rodeada por un umbral de tragedias y accidentes que pudieron haber acabado con el programa antes de conseguir su objetivo.
El primer incidente serio que sufrió el Apolo 11 fue durante las prácticas de alunizaje que tuvieron como protagonista a Neil Armstrong. La aeronave que pilotaba (un helicóptero a reacción) sufrió un desperfecto y se desplomó.
Neil advirtió la situación a tiempo y pudo salir con vida, pero de lo contrario, pudo haber muerto. Sin embargo, la correcta reacción del piloto, hizo que se ganara el visto bueno de la NASA para ser quién llevara la nave a la superficie de la luna.
(Michael Collins configurando el modulo de comando)
El viaje desde la tierra a la luna duró 3 días y se realizó sin mayores incidentes. Una vez que la nave se posicionó en órbita lunar, todo estaba listo para iniciar la fase más crítica de toda la misión: el alunizaje.
(modulo lunar y modulo de comando unidos)
Neil Armstrong y Buzz Aldrin pasaron al módulo lunar (la nave que los llevaría a la superficie de la luna) y tal como estaba planeado, se separaron de la nave principal y comenzaron el descenso.
Cuando estaban cerca de la superficie empezaron los problemas. La computadora de abordo enloqueció y tiró un error que nunca antes habían visto. El problema era que estaba procesando muchos datos y no daba a basto. En el control de tierra pensaron en abortar la misión en ese punto pero determinaron que se podía seguir.
La computadora suguió haciendo su trabajo funcionando como podía y dirijió la nave al lugar de aterrizaje incorrecto. Nuevamente, Neil se dio cuenta de lo que ocurría y a pocos metros de tocar la superficie le dijo a su colega "aquí no es".
La computadora llevó la nave a una zona rocosa que podría destruir el modulo de alunizaje. Entonces Armstrong tomó el control manual y pilotó el artefacto hasta una zona plana y suave. Justo a tiempo porque el combustible casi se les acaba.
Habiendo burlado la muerte tres veces, Neil salió del módulo y se convirtió en el primer humano en pisar la luna.
Las actividades en la superficie lunar se desarrollaron sin mayores inconvenientes. Los astronautas pasaron unas 50 horas recogiendo muestras e instalando aparatos.
Cuando estaba todo listo para despegar de la luna un nuevo problema se presentó. El switch para iniciar la ignición del motor de la nave no estaba.
Se vivieron momentos de alta tensión en el interior de la nave, sin ese botón quedarían varados en la luna para siempre sin posibilidad de rescate.
Sin embargo una improvisada solución salvó la vida de ambos astronautas: el bolígrafo que tenían a mano entraba justo en el switch y así lograron iniciar el motor.
Así fue como se salvaron y los tres astronautas volvieron sanos y salvos a la tierra. Un bolígrafo salvó la misión y el programa Apolo de un desastre.