Los talibanes definen el nuevo gobierno de Afganistán

Si bien los resultados se anunciarán este viernes, el movimiento talibán concluyó las consultas para formar un nuevo go­bierno y ya trascendieron algunos nombres que podrían complicar las relaciones con Washington. Según informaron altas fuentes de la milicia radical, el líder Haibatullah Akhundzada encabezará el gabinete afgano. Asimismo, los talibanes prometieron no vengarse de quienes trabajaron para el gobierno anterior y mostraron una imagen de “moderación”. Su prioridad, expresaron, es volver a poner en marcha la economía devastada por la guerra.

Para anunciar la composición de su gobierno, la milicia esperaba que los últimos soldados extranjeros abandonaran el país, lo que ocurrió el lunes poco antes de la medianoche, con la partida de militares estadounidenses. Esta retirada, que el presidente estadounidense Joe Biden defendió firmemente en un discurso, puso fin a una guerra de veinte años desencadenada por la intervención de una coalición internacional liderada por Estados Unidos para expulsar a los talibanes del poder tras los atentados del 11-S.

Por su parte, el grupo islamista ex­presó su deseo de formar un “go­bierno representativo”. Para la comunidad internacional, el cumplimiento o in­cumplimiento de esa promesa será una primera señal de cuánta confianza se puede depositar en los talibanes. “Haibatullah Akhundzada será el líder del gobierno, no debe caber ninguna duda al respecto”, dijo Anamullah Samangan, miembro de la comisión de cultura de los talibanes.

A través de Tolo News, otras fuentes precisaron que el mullah Abdul Ghani Baradar, cofundador de la organización, se desempeñará como canciller, mientras que el mullah Yaqoob, hijo del fundador de los talibanes, mullah Omar, será designado como ministro de Defensa. En tanto, Khalifa Haqqani, hijo de Jalaluddin Haqqani –fundador de la facción extremista del movimiento talibán, por cuya cabeza Washington ofrece cinco millones de dólares como recompensa– ocupará el cargo de ministro del Interior. Este último nombramiento, precisamente, podría complicar las relaciones con Estados Unidos.

Desde que tomaron el poder, los talibanes han intentado presentar una imagen de apertura, pero muchos afganos y líderes extranjeros no creen en sus promesas y temen que se repita el régimen fundamentalista que pusieron en práctica en su anterior gobierno, especialmente represivo con los derechos de las mujeres. Reporteros Sin Fronteras señaló que, de las 700 mujeres que ejercían el periodismo en 2020, ya solo quedan menos de 100 en el país.