En el marco del desarrollo de una vacuna propia, China registró
cuatro días consecutivos de alza en la cantidad de contagios.
Algunos pueblos fueron cerrados y se solicitó que todos los
distritos ingresen en estado de alerta.
Después de registrar casos de transmisión local por cuarto día consecutivo, Pekín decidió endurecer las restricciones vinculadas a la Covid-19. El paquete de medidas comenzó a aplicarse de cara a la temporada de vacaciones y el inminente flujo de viajes que podrían disparar los contagios en la capital china. El jefe del Partido Comunista de Pekín, Cai Qi, pidió que todos los distritos entren en un modo de “emergencia” y sellen tanto los complejos residenciales como las aldeas donde se vayan detectando infecciones.
El distrito de Shunyi, localizado al centro este de la capital, es donde se han registrado todos los casos recientes de coronavirus en Pekín. Como consecuencia de la situación, entró en “modo de guerra” y el gobierno está haciendo pruebas a cada uno de sus 800.000 habitantes. Hasta el momento, todos los casos registrados fueron contactos cercanos de casos anteriores, y dos pueblos del distrito ya fueron sellados.
Por su parte, el vecino distrito de Chaoyang ha terminado de realizar las pruebas a 234.413 personas en tres vecindarios y hasta el momento no aparecieron resultados positivos. Tal como prevé la estricta regulación del gobierno, las personas que aún no recibieron los resultados de sus pruebas no pueden salir de allí.
Según informan los medios locales, algunos complejos residenciales en Tongzhou volvieron a imponer controles de temperatura a la entrada y se ha reducido el número de ingresos. El centro tecnológico de Shenzhen, en el sur de China, informó ayer de un caso asintomático: un paciente que realizó dos viajes de negocios a Pekín.
Pese al resurgimiento de casos esporádicos en un pequeño número de ciudades, desde la irrupción de la pandemia China ha controlado en gran medida el coronavirus. Este endurecimiento de las restricciones se da en el marco del desarrollo de una vacuna china. Se trata de un producto de Walvax Biotechnology Co. que, tal como aseguran los medios estatales, se encuentra en una etapa temprana. La producción en masa podría comenzar a mediados de 2021, con una capacidad estimada de 200 millones de dosis al año.
Partiendo de una técnica similar a la candidata de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, el tratamiento de la vacuna china se basa en un adenovirus de chimpancé que entrega materiales que podrían desencadenar una respuesta inmune contra el virus que causa la Covid-19. La candidata china, desarrollada conjuntamente por la Universidad Tsinghua y la Universidad Médica de Tianjin, aún no ha sido probada en humanos.