Toneladas de diésel se derramaron de una planta de energía en la ciudad rusa de Norilsk.
05/06/2020 - 00:00hs
Rusia se vio sacudida por un gran derrame de combustible sobre las aguas del océano Ártico. Esto hizo que el presidente de ese país Vladimir Putin declarara el estado de emergencia y pusiera a disposición parte del fondo de emergencia para contener el desastre.
Según informaron, 20.000 toneladas de diésel se derramaron de una planta de energía en la ciudad rusa de Norilsk, a casi 3.000 kilómetros de Moscú. El combustible derramado obstruyó las vías fluviales de un río que va hacia un lago, del cual nace otro río, que llega hasta el océano Ártico. En tanto, el daño que produjo este derrame sobre la fauna y otros recursos afectados podría superar los 13 millones de dólares, según las primeras estimaciones.
“Una catástrofe está ocurriendo ante nuestros ojos. El derrame de diésel en Norilsk se ha convertido en el primer accidente de tal escala en el Ártico. Se han derramado 20.000 toneladas de combustible diésel en los ríos locales” señalaron desde Greenpeace Rusia.
Lo anunciado desde la empresa Norilsk Nickel es que el derrame se produjo debido al hundimiento repentino de los soportes. Estos sirvieron durante más de 30 años sin problemas al tanque de almacenamiento de combustible diésel. Sin embargo, se dañaron y produjeron una fuga de combustible.
La declaración de la emergencia por parte de Putin permite al gobierno poner a mano los servicios, recursos económicos y humanos para tratar de mitigar el impacto de la catástrofe. La misma, justamente, se produjo en una de las zonas más contaminadas del mundo.
Según relató el portal de noticias The Siberian Post, la razón exacta de la fuga aún no se ha establecido, pero una declaración de la compañía Norilsk Nickel sugiere que habría sido causada por el colapso del permafrost, una capa de suelo que se mantiene permanentemente congelado.