Las autoridades rusas denunciaron nuevas embestidas en la región que controlan desde 2014. “Se está produciendo un ataque con drones”, afirmó ayer por la tarde el gobernador regional Mijaíl Razvozhayev.
A casi nueve meses del comienzo de la guerra, la península ucraniana de Crimea, bajo control ruso desde 2014, fue blanco ayer de un bombardeo con drones que obligó al Kremlin a declararse en “estado de alerta”, aunque no causó víctimas, informaron las autoridades instaladas por Moscú.
“Se está produciendo un ataque con drones y nuestras fuerzas de defensa aérea están actuando ahora”, alertó en Telegram el gobernador regional Mijaíl Razvozhayev.
Asimismo, confirmó que dos drones fueron derribados y ninguna infraestructura civil fue dañada, a la vez que instó a los residentes a “mantener la calma”.
En los últimos meses se registraron varios ataques contra instalaciones militares y civiles de Crimea, que sirve de cuartel general para la flota rusa. En represalia, Moscú se retiró temporalmente del acuerdo de exportación de cereales ucranianos, esencial para la seguridad alimentaria mundial.
Cabe remarcar que Rusia considera que Crimea forma parte de su territorio, una pretensión que no es reconocida por la comunidad internacional. A su vez, Ucrania afirma que quiere recuperar la península.
En otro plano, tras los bombardeos del pasado fin de semana, nuevamente hay preocupación por la situación en la central nuclear de Zaporiyia.
En el día de ayer, Rusia acusó al Ejército ucraniano de haber bombardeado por segunda vez en dos días la central nuclear del sur del país controlada por fuerzas rusas, pese a pedidos del organismo de control nuclear de la ONU (OIEA) de poner fin a los ataques a la planta.
“El régimen en Kiev continúa sus provocaciones que implican el peligro de una catástrofe tecnológica en la planta nuclear de Zaporiyia”, expresó el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
“En la jornada del 21 de noviembre, la artillería ucraniana lanzó ocho proyectiles de gran calibre hacia la zona industrial de la central”, ubicada en la provincia ucraniana de Zaporiyia, informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
El pasado domingo, el Kremlin había denunciado que los militares ucranianos dispararon más de 20 proyectiles de artillería de gran calibre contra el territorio de la planta nuclear que ha sido objeto de numerosos bombardeos de los que se culpan Moscú y Kiev.
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, sostuvo que los ataques tienen que “parar inmediatamente”.