26/12/2012 - 20:02hs
Al menos 38 personas murieron en ataques del Ejército sirio realizados en provincias de gran presencia rebelde, denunciaron los Comités de Coordinación Local, el mismo día que se confirmó la dimisión del jefe de la policía militar.
Al menos 21 personas murieron en un bombardeo del Ejército contra una granja de la localidad de Qahtaniya, en la provincia de Raqqa, otras nueve personas en Idlib, de las cuales cinco eran miembros de una misma familia, otras seis en Homs y dos en barrios periféricos de Damasco.
El ataque contra las granjas de Al Qahtaniya se produjo en represalia por un ataque anoche de los rebeldes armados contra un almacén de garrafas de gas, ubicado a tres kilómetros de la localidad.
Los insurgentes que llevaron a cabo el asalto procedían de las inmediaciones de Alepo, la segunda ciudad del país y con fuerte presencia rebelde.
Los Comités de Coordinación Local aseguraron que la jornada de ayer acabó con 171 muertos, incluidos ocho niños y siete mujeres, según informó la agencia de noticias Europa Press.
Del total de fallecidos de ayer, 61 perdieron la vida en Damasco y alrededores, incluidos 17 ejecutados, 30 perecieron en Deir el Zor, 18 en Hama, trece en Deraa, 17 en Alepo, catorce en Homs, cinco en Qunaitra, tres en Raqqa y uno en Swaida y otro en Latakia, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
El ejército, aseguran los opositores, bombardeó ayer 270 zonas del país. Al menos 130 de esos ataques fueron encabezados por la Artillería del Ejército y la aviación empleó bombas de racimo en la localidad de Mork, en Hama.
La sangrienta jornada de ayer estuvo marcada por una creciente versión sobre la dimisión del jefe de la policía militar, el teniente general Abdul Aziz Yassem al Shallal, quien argumentó que "el Ejército de Bashar al Assad ya no actúa en el interés del pueblo", información que hoy fue confirmada por el propio militar en un video.