17/09/2014 - 14:23hs
Ana María González, que trabaja en Estados Unidos y es una de las más reconocidas médicas de Colombia, está acusada de envenenar a su amante,otro reconocido médico, George Blumenschein, con un anticoagulante.
La mujer enfrenta un juicio por jurados donde 12 personas decidirán si es culpable o no. En caso de serlo, podría afrontar una pena de 20 años de prisión.
Según la acusación, el delito fue cometido el 27 de enero de 2013 en el apartamento de González, ubicado en el exclusivo sector de West University, a unos pocos kilómetros del afamado y mundialmente reconocido Centro de Cáncer MD Anderson, considerado la mejor clínica para tratamiento oncológico en el mundo, donde ella se desempeñaba como parte de la unidad de cáncer de mama.
Ese día, según se reveló durante la primera sesión del juicio, González y Blumenschein tuvieron sexo, y, antes de que él se fuera del lugar, la doctora le ofreció dos tazas de café.
De acuerdo con el fiscal Justin Keiter, González puso en el café un anticoagulante como endulzante, conocido como glicol etileno, que se utiliza en la industria para la producción de poliésteres y, obviamente, entre los médicos, en pacientes con problemas de circulación sanguínea.
Kieter afirmó que Blumenschein le expresó a González que su café sabía especialmente dulce, cuando ella conocía que le gustaba tomarlo oscuro y sin azúcar.
Ella, dijo el fiscal, le insistió en que se lo tomara. Poco tiempo después, el doctor se empezó a sentir indispuesto y decidió ir al hospital para un chequeo médico. Los exámenes arrojaron la presencia del anticoagulante en su organismo, lo que le generó un problema renal crónico, tal es así que debe realizarse sesiones de diálisis durante el resto de su vida.
"González tenía una relación obsesiva con el doctor Blumenschein", dijo el fiscal en la apertura del juicio. Según este, tenían una "relación sexual casual", a pesar de que ella sabía que Blumenschein mantenía una relación formal con una representante de un laboratorio farmacéutico desde 1997.
La parte acusadora insiste en que la doctora González hacía parte de un triángulo amoroso y que su obsesión y celos por el doctor la llevaron a tomar la decisión de envenenarlo. Por su parte, la defensa de la doctora, encabezada por el abogado Andy Drumheller, aseguró que la teoría de la atracción fatal de González hacia Blumenschein "es traída de los pelos ". "Era una relación completamente consensuada", dijo Drumheller ante los jurados y el juez.