20/10/2014 - 15:22hs
Durante la última sesión del Concejo Deliberante de Bahía Blanca salió a la luz un tema que pone en apuros la embestidura de un político de turno. Cuando ya estaba por aprobarse la licitación para comenzar con las obras en un jardín de infantes Nº 937, ubicado en el barrio de Cabildo, a voz alzada el concejal del FAP expuso, vía Pedido de Informes, que habría un posible conflicto de intereses en el que involucró al funcionario K, Alberto Crescenzi (hoy Director de Programas Federales de Agua y Cloacas, dependiente de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos).
Fue el concejal Manuel Mendoza quien abrió el debate, papeles en mano, en el que se deberá investigar si la empresa que ganó la licitación (FAGAR SA) pertenece o no a Natalia y Rossana Crescenzi, quienes serían las hijas de Alberto Crescenzi.
En la nota que divulga hoy La Nueva Provincia, citan que el domicilio legal de la empresa es Thompson 1799, casualmente, es el mismo inmueble que Crescenzi declara como propio en su declaración jurada.
El concejal menciona que Crescenzi podría estar vulnerando el artículo 6 de la Ley Orgánica de Municipalidades y la Ley Nacional Nº 25.188, que establece que es incompatible con el ejercicio de la función pública ser proveedor por sí o por terceros de todo organismo del Estado.
El Pedido de Informes, además destaca que la misma empresa habría sido beneficiada con licitaciones que exceden los presupuestos.