17/10/2014 - 10:18hs
El diputado nacional nacido en Saladillo Darío Giustozzi tiene su propia plaza, o mejor dicho, una modesta placita con su nombre, cual costumbre política que los kirchneristas empezaron a tomarse como privilegio en espacios públicos, bautizando parques o puentes con el nombre del ex presidente.
Pero más allá de pedantería o de homenajes (con o sin vida), esta plaza situada en Claypole, partido de Almirante Brown, hoy está lejos de ser una recreación para la vista. Al contrario. Allí ha ocurrido una verdadera pueblada...
Pero vayamos por parte. La municipalidad de Almirante Brown, de la que Giustozzi es intendente con pedido de licencia, por un lado no la reconoce como plaza pública oficial, y todo lo que está allí y que vale la pena recorrer fue por obra y gracia de los vecinos, quienes lograron cambiar la imagen de un sector barrial donde hubo lamentables episodios cuando era un baldío (robos, violaciones, roedores, pestes, etc.).
Pero en estos días la plaza Giustozzi se convirtió en el escenario del horror. Arribaron ocupas en cuatro camionetas y un tráiler, y cuando los elementos de trabajo significaron una amenaza de asentamiento, los lugareños se levantaron en un combate con piedras y palos.
Después del hecho que no enluteció al barrio por esas cosas rayanas a los milagros, en estas horas existe una suerte de “guardia”, en la que los vecinos están atentos a todos los movimientos. Uno de ellos, manifestó: “hay camionetas 4x4 que pasan de forma amenazante, ya los conocemos y acá no se van a quedar, no van a hacer una villa, esto no es Glew, acá no usurpa nadie, no queremos que haya gente lastimada pero las municipalidad tiene que tomar cartas en el asunto de manera urgente o va a haber problemas graves”.
¿Qué dirá a todo esto ingeniero, hoy precandidato a gobernador de la Provincia, y presidente del bloque de diputados nacionales del Frente Renovador? Imaginamos cómo se habrá puesto su cara cuando le hablaron que en “su distrito”, y en “su plaza”, el episodio nos remontó a las puebladas (recordando que “las puebladas” intenta llevar a la práctica el concepto de unión como potenciación de fuerzas, para presionar en busca de una toma de decisiones, por un pedido de justicia, o del desistimiento de una medida impopular o para derribar a alguna autoridad constituida. La pueblada más famosa fue la de Plaza de Mayo, el 17 de octubre de 1945, de la que hoy precisamente se conmemoran 69 años).