A la Gobernadora le intervienen la Provincia

Marcelo Blanco asumirá como secretario de Finanzas bonaerense, en la cartera que conduce Hernán Lacunza. En tanto, desde la provincia un cambio de rol de Katz seguirá formando parte del equipo de Hernán Lacunza como "asesor".

Cuando el 31 de mayo pasado Marcelo Blanco renunció a su cargo como exsubsecretario de Coordinación Administrativa del Ministerio de Energía, al mando de José Luis Aranguren, adujo, entre otras excusas, que quería dedicarse a su familia. Dos meses y medio de calor hogareño parecen haber bastado. Pues, según trascendió, ahora asumirá como secretario de Finanzas bonaerenses, en reemplazo de Sebastián Katz.

Blanco, que abandonó la cartera energética en medio de tarifazos en los servicios públicos y combustibles, y con una denuncia por conflicto de intereses a cuestas (Ver aparte), es también un hombre de confianza de Luis Caputo, el titular del Banco Central, uno de los principales responsables del Gobierno por la suba de la inflación, la devaluación y la multimillonaria deuda de Lebacs.

El desembarco de Blanco en territorio bonaerense no es azaroso, ni obedece a una decisión de la Gobernadora. Sino del Presidente. En medio del ajuste, por el que la Provincia dispondrá de menos recursos (solo la eliminación del Fondo sojero le quitará más de $4.000 millones), Blanco tendrá aquí una función similar a la de Caputo: decidir por los vencimientos de deuda de más de $100.000 millones (que ascienden cada vez más, pues una parte de ellos es en dólares). 

El flamante funcionario se pondrá así al frente del primer vencimiento de deuda externa que la Gobernadora, con el esfuerzo de todos, deberá saldar el año próximo. En una Provincia ajustada, sin recursos para obras y con el control de las finanzas a cargo de un funcionario fuertemente ligado -en sus negocios y funciones- al Ejecutivo nacional, a un “campeón” de la deuda como Caputo, la Provincia parece condenada a vivir su Día de la Marmota: recesión, pobreza y endeudamiento eterno para pagar más deuda.

De los dos lados del mostrador

Desde julio de 2017 y hasta mayo de este año, Blanco fue Subsecretario de Coordinación Administrativa del Ministerio de Energía. Antes de llegar a ese puesto dirigió Nación Fideicomisos S.A., se desempeñó como CEO del Deutsche Bank (donde sucedió a Caputo), manejó el fondo offshore de inversiones, Copernico Capital Partners LLC; y presidió Petrobras Argentina y Pampa Energía, controlada por Marcelo Mindlin (uno de los empresarios predilectos de Mauricio Macri), quien le adquirió la constructora Iecsa al primo del Presidente, Ángelo Calcaterra, hoy investigado por los “cuadernos de las coimas”.

Accionista energético, sentado en su sillón del Ministerio de Energía, Blanco quedó en el ojo de la tormenta cuando en los primeros meses de este año firmó la disposición para avanzar con la venta de acciones que posee el Estado en Transener, operadora de la red de transmisión eléctrica en todo el país. El Estado tiene el 50% del control de esa empresa; el otro 50% está en manos de Pampa Energía.

Es decir, la empresa de Mindlin, del que Blanco es socio, es la principal accionista de Transener. Por ende, interesada en quedarse con la parte del capital en venta del Estado, o en elegir a su socio y cartelizar aún más el sector. 

Como en el escándalo del Correo, como en el caso de Aranguren (accionista de Shell y ministro de Energía al mismo tiempo), Blanco también estaba de los dos lados del mostrador, y por eso recibió denuncias del arco opositor.

Pese a todo, la siempre permisiva Oficina Anticorrupción aprobó y perdonó su conflicto de intereses.

Tras la polémica, el Gobierno debió postergar la venta de Transener hasta el año próximo, y Blanco entregó su renuncia. Pero dejó allanado el camino para que Pampa Energía, en un jugoso negocio, pueda adquirir Transener por u$s 350 millones.

Teniendo en cuenta los antecedentes e intereses de Blanco, no caben dudas que con su desembarco en la Provincia se profundizará el monopolio energético, la concentración de empresas, los tarifazos a discreción y sin control de ningún tipo.

¿Los “cuadernos de las coimas” llegan a la Provincia?

En su última declaración jurada presentada ante la Oficina Anticorrupción, Blanco declaró que posee $16.900.000 en acciones de Pampa Energía. Pero, así como es accionista, el ahora funcionario de la Provincia también es deudor de  la empresa de Marcelo Mindlin. De las ocho deudas que tiene en el país, una corresponde a Pampa Energía, por $179.500, y otra a Fideicomisos Nación, S.A., que dirigió hasta el año pasado, por $2,046,307.33. Es decir, Blanco se financia a través de la empresa en la que él mismo tiene acciones y del fideicomiso que supo dirigir.

También, su desempeño en Fideicomisos Nación está bañado de corrupción. Pues allí era juez y parte, al velar por el manejo de fondos públicos para inversión al mismo tiempo que era accionista o director de empresas de energía. Además, mientras estaba en Nación Fideicomisos supieron frecuentarlo hombres fuertes del kirchnerismo, a cargo de los contratos de obras públicas que hoy son investigados por el caso de los cuadernos de las coimas. Blanco supo lidiar con empresas como Electroingeniería, Techint, Iecsa y la mencionada y familiar Pampa Energía. ¿La caja de Pandora de los cuadernos llegará a él?

Un viejo conocido de Macri

Antes de sus negocios con el empresario preferido del Presidente; de sus vínculos con Luis Caputo y de pasar por el Ejecutivo nacional, Blanco ya era hombre de confianza de Mauricio Macri. En 2014, por ejemplo, lo contrató para una asesoría financiera en el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, por la que recibió $324.000.