27/10/2014 - 06:12hs
Hay claras conexiones que unen a Sergio Massa, Amado Boudou y Horacio Rodríguez Larreta, la mano derecha de Mauricio Macri. Una historia que comenzó en los ’90 y que los años y los cambios políticos, en vez de aplacar, han llevado a su máxima expresión
EEl vicepresidente Amado Boudou, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa y el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tienen una relación personal desde los ’90. En aquel entonces los tres reportaban a la Ucedé, en momentos en que el neoliberalismo hacía estragos en el país. Pero lo curioso es que, pese a que pasaron distintos gobiernos y los tres forman parte de distintas administraciones, actualmente la relación se mantendría intacta. Y hasta tendrían nexos comunicantes.
Hace unas semanas, se dio a conocer que la dirección en la que el vicepresidente había registrado su portentoso Audi A4 pertenecía a Adrián Constantino. ¿De quién se trata? Es un expolicía a quien Boudou conoció en su época de director de la Anses, dejando al descubierto una trama de relaciones políticas que puede hacer temblar a lo más alto de la dirigencia nacional. Ocurre que Constantino también trabajó en la seguridad personal de Sergio Massa y del club Tigre, que durante años fue conducido por el ahora diputado nacional.
A su vez, Adrian Constantino es hermano del funcionario porteño Sergio “Chiche” Constantino, actual Subsecretario de Descentralización, Desconcentración y Participación Ciudadana (SSDDPCIU) de la ciudad de Buenos Aires, un hombre de estrecha confianza de Rodríguez Larreta.
Según pudo saber Hoy, Adrián Constantino tiene un enorme prontuario. Fue condenado a un año y cuatro meses de prisión en suspenso por apremios ilegales, y desde ese momento habría decidido actuar en política desde las sombras. Así fue como se convirtió en uno de los nexos entre Massa y Rodríguez Larreta, quienes nunca habrían dejado de relacionarse con Boudou.
Rodríguez Larreta entabló relación con el vicepresidente cuando éste último entró a trabajar en la Anses a fines de la década del ’90. En aquel momento, el hoy jefe de Gabinete porteño ocupaba el cargo de Gerente General del organismo público. En tanto, Rodríguez Larreta y Massa se conocieron en el Ministerio de Desarrollo Social a fines del menemismo, cuando el titular de esa cartera era el exgobernador de Tucumán, Ramón “Palito” Ortega. Asimismo, de esos años data la relación personal de todos ellos con Adrián Constantino, ya que el expolicía trabajó también como custodio personal del cantante.
La relación de Boudou con Sergio Massa siempre fue amable. Y más allá de algunos tibios intentos del líder del Frente Renovador para despegarse del vicepresidente, es sabido que fue él quien lo recomendó para el cargo de titular de la Anses una vez que partió del organismo público para ser intendente de Tigre y, posteriormente, Jefe de Gabinete de Cristina Fernández.
Producto de estas relaciones se habría beneficiado el propio Sergio Constantino, quien es dirigente del PJ porteño y no sólo tendría estrecho vínculo con Rodríguez Larreta, sino también con María Eugenia Vidal, la vicejefa de gobierno que reporta al jefe de gabinete de Macri. Vidal es “la elegida” por ese espacio político para competir por la gobernación bonaerense.
Memoriosos del PRO consultados por Hoy, recuerdan que en 2013, Rodríguez Larreta fue clave a la hora de cerrar un acuerdo electoral con Massa en la provincia para las elecciones legislativas. La lista a diputados nacionales del Frente Renovador incluyó a tres macristas: Gladys González, Soledad Martínez y Christian Gribaudo. Y también sostienen que eran habituales los convites entre ambos dirigentes en la casa que el actual diputado nacional tiene en Tigre.
En ese sentido, no es casualidad que tanto Massa como Rodríguez Larreta intenten eludir las definiciones ante la prensa cuando se les pregunta por la situación procesal de Boudou, respondiendo en forma genérica “de eso se tiene que encargar la Justicia”. Incluso, antes de que estallara el escándalo de la compra de la ex Ciccone Calcográfica, los tres solían compartir reuniones privadas en las que la política era el tema central de las mismas.
Con Boudou alejado de los flashes políticos y “hundido” en su carrera pública, sus antiguos compañeros de ruta mantienen una especie de Omertà: código de honor de la mafia siciliana que prohíbe informar sobre los delitos que incumben a las personas implicadas. Es más, son crecientes las versiones que corren en los pasillos políticos de hipotéticos pactos entre el PRO y el Frente para la Victoria para no llevar a la Justicia los hechos de corrupción acaecidos durante la “década ganada”. De ahí que Mauricio Macri haya sido elegido por algunos sectores del gobierno como el adversario ideal de cara al 2015.
Además, algunos dirigentes rebeldes del Frente Renovador, por lo bajo, han salido a alertar sobre un supuesto arreglo entre Massa y dirigentes K para garantizarles “inmunidad” en caso de que el tigrense llegue al poder, algo que por el momento parece ser bastante difícil.
Direcciones y puntos oscuros
El Audi A4 propiedad de Amado Boudou fue registrado en el 2008 en un domicilio de la calle Zado al 3200, propiedad de la familia Constantino, que decía no tener conocimiento de por qué se había dado esa dirección, a pesar de los hechos que dejan más que claro la relación que une a Adrián Constantino con el vicepresidente desde su paso por la Anses.
Pero los negocios de la familia Constantino no se quedan ahí, sino que al lado de la dirección brindada por Boudou para declarar su costoso modelo importado, en Zado 3235, se encuentra registrada la sociedad Comercializadora Gastronómica SRL, donde Adrián Constantino figura como socio junto a Alberto Salvo. La ART de dicha sociedad fue dada de baja por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo en abril de este año por falta de pago.
Además, en la misma dirección del barrio de Villa Urquiza, figura una sociedad de Reparación e Instalación de Gas, a nombre de Sergio Constantino, familiar directo del funcionario porteño.
Más nombres que suman a la relación
La relación entre Massa, Rodríguez Larreta y Boudou, tiene una gama de nombres que lo rodea, que hace falta detallar. Por ejemplo, Sergio “Chiche” Constantino, el titular de la Subsecretaría de Descentralización Desconcentración y Participación Ciudadana de la ciudad, actualmente es el protesorero San Lorenzo de Almagro, el club que conduce Marcelo Tinelli desde la vicepresidencia.
Hay quienes mencionan que a través de Tinelli, Constantino ha sabido entablar una relación con el zar kirchnerista del juego, Cristóbal López, quien a su vez es socio del conductor del Bailando por un Sueño en la productora Ideas del Sur.
A esta altura, no parece ser un simple descuido que, pese a tener el aval de la Corte Suprema de Justicia, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, se niegue a cobrarle Ingresos Brutos al casino flotante de Puerto Madero, que regentea el mencionado Cristóbal López. Peor aún: a fines del año pasado se firmó un acuerdo entre el Poder Ejecutivo de Mauricio Macri, Lotería Nacional (Casa Rosada) y el empresario para cobrar un canon “especial” del 3% a las ganancias de los tragamonedas y las carreras de caballos. Pero, a cambio, se rescindió una deuda de más $ 1.000 millones en concepto de Ingresos Brutos impaga por los últimos cuatro años.
Cabe destacar, asimismo, que Emiliano López, hijo del zar del juego K, estaría desempeñando un cargo informal en la comisión directiva del club.
Constantino estuvo involucrado hace un tiempo en una causa judicial donde se lo investigó por haber recibido, supuestamente, fondos del gobierno porteño para el club 17 de agosto, que él dirige. Estuvo en la mira por presuntas incompatibilidades con la función pública, en momentos en que su hermano Adrián se desempeñaba en el área del futsal.
A su vez, Sergio Massa mantiene una estrecha relación con el número 2 de la Secretaría de Inteligencia, Francisco “Paco” Larcher, que viene de la época en que el diputado nacional cumplía funciones en el Ministerio de Desarrollo Social, y que se amplió luego de la llegada del kirchnerismo al poder. Larcher es por estos días una de las pocas voces oficiales que se han levantado a favor de Amado Boudou, de ahí que muchos sospechen que se debe más que nada a la conexión política existente del funcionario de inteligencia con Massa y una devolución de favores entre ambos.