Armado de causas, aprietes y persecución mediática: así funcionaba la mesa judicial macrista para destruir a los sindicatos

En una entrevista en el programa “El Infiltrado”, Guillermo Pereyra, líder del sindicato de petroleros, reveló la trama de aprietes, espionaje, persecución y armado de causas para apresar a sindicalistas durante el gobierno de Macri.

Política

17/06/2020 - 11:28hs

Continúa el destape del espionaje durante la era macrista y, poco a poco, se va reconstruyendo una trama escandalosa de espionaje, persecución mediática y aprietes que tenía como objetivo someter y debilitar al movimiento sindical organizado.

En esta ocasión, Guillermo Pereyra, líder del sindicato de petroleros, hizo público el modus operandi con el que se manejaba la mesa judicial macrista de la que él mismo fue víctima pese a la buena relación que tenía con el entonces presidente Macri.

Este modus operandi se reprodujo con un centenar de sindicatos entre los cuales se encuentran el SOEME, el Pata Medina, el sindicato de petroleros, el de canillitas e incluso la familia Moyano.

Según reveló Pereyra, “para inventar una causa tienen que haber varias personas, quienes ejercen la difusión, por ejemplo de hechos delictivos y después hacen actuar a la justicia con jueces que también son adictos a ese gobierno y que todos formaba un equipo que realmente asustaba”.

Según denunció, las órdenes las emitían las altas autoridades del gobierno nacional quienes se reunían con fiscales y a través del sistema judicial controlaban todo el proceso.

Luego seguía con una supuesta denuncia anónima que, si bien le corresponde a la Justicia Laboral resolver todas las cuestiones relacionadas a la vida sindical, terminaba recayendo en la Justicia Federal.

A partir de ahí se armaba y controlaba la causa judicial a pedido de alguna autoridad del gobierno nacional. Como lo demostró Pereyra, por ejemplo, cuando recibió un allanamiento: “un alto funcionario del gobierno nacional me llamó y me dijo Guille la semana que viene tenés visitas, me di cuenta que venía el allanamiento. Entonces quien estaba manejando esto no era el poder judicial, era el poder político que manejaba los allanamientos, los aprietes a través de jueces, a través de fiscales, a través de todo lo que estaba armado.”

La tercera pata eran los medios que se hacían “eco” de la noticia con persecución mediática, hostigamientos y difamaciones para desprestigiar y presionar al sindicalismo.

Todo este mecanismo estaba coordinado desde las autoridades del gobierno nacional.

La trama culminaba con la intervención del sindicato con la finalidad de someterlos para que tuvieran una postura más afín al gobierno.

 

"A ese Ponce lo voy a meter preso porque es un atorrante"

Otra de las revelaciones escandalosas del sindicalista tiene que ver con un viaje que realizó junto al ex presidente a Estados Unidos donde Macri dijo que quería meter preso al líder del sindicato de lecheros.

Pero la charla también revela la ignorancia y desconocimiento del ex presidente en lo que a la vida sindical respecta.

Macri habría dicho: “Ese Ponce es un delincuente, aprieta a los de la industria lechera para sacarle plata para su sindicato”, a lo que Pereyra respondió “¿Cómo que le saca plata?”. “No sé… un 3% les pide”. Pereyra le explicó que “eso está en el convenio colectivo de la mayoría de las organizaciones sindicales que es refuerzo institucional que va destinado a fortalecer la obra social, el tema de los medicamentos, del turismo, porque no alcanza con la cuota sindical para mantener los hoteles de turismo”.

Sin embargo, Macri se mantuvo en su postura: “eso no corresponde”. Pereyra intentó volver a explicarle “pero presidente, eso nosotros también lo tenemos. Nosotros los petroleros lo tenemos, es el 2%”. Entonces Macri, enojado, respondió “a ese Ponce lo voy a meter preso porque es un atorrante”.

 

La verdad sale a la luz

 

Toda esta trama de irregularidades poco a poco se cae y la verdad sale a luz.

Prueba de ello es el dictamen del procurador general de la Nación en la causa Soeme que coincide con la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo y establece que la Justicia laboral es la única autorizada para intervenir en la vida interna de los sindicatos.