21/04/2015 - 12:44hs
Un pilar de la lucha histórica por la niñez y la adolescencia, Alberto Morlachetti, dejó este mundo a los 71 años, en la ciudad de Avellaneda que lo cobijó desde que llegó muy pequeño desde su provincia natal, Córdoba.
“Un viejo compañero de caminadas de Carlitos Cajade”, tal cual describe con un sesgo de bronca la revista La Pulseada, porque la partida del luchador dejó las almas en pena.
Fue uno de los argentinos con más compromiso sobre la realidad de los niños en situación de riesgo social. Que pensaba y actuaba del mismo modo: "No habría renovación humana si no nacieran chicos. Hay que confiar en que ellos son como heraldos que traen algo nuevo. Uno podrá pensar que es pensamiento mágico. Y sí, la vida tiene pensamiento mágico y pensamiento científico. La utopía de construir una sociedad más justa tiene mucho de pensamiento mágico".
Hace cuarenta años empezaba a poner las semillas de que hoy es la Fundación “Pelota de Trapo”, que cobija a 25 niños en un hogar, recibe a otros 200 durante el día, da recreación y alimento a otros 175, y cuenta con talleres escuela de imprenta y panadería, una biblioteca, una escuela de educadores populares y una agencia de noticias (www.pelotadetrapo.org.ar).
Las pasó todas. Fue canillita en Geri. Fue estudiante de sociología en la UBA. Fue el loco que armaba "Los sábados de chocolate” reuniendo a esos pibes morenos y expulsados de los clubes por color y pobreza. Fue el fundador del Movimiento Nacional Chicos del Pueblo. Y porque se caía de maduro, la luchó como funcionario de la provincia de Buenos Aires en los tiempos del gobernador Antonio Cafiero (1987-1991),
Esta mañana, en el comunicado de la Agencia Pelota de Trapo, se leen estas palabras: “Decir ha muerto implica apenas la ausencia de cuerpo. Alberto testó a favor de los niños y de los jóvenes de los arrabales del mundo toda su fortuna: un generoso ramo de ideas libertarias, la belleza como insumo básico para el desarrollo, una utopía donde los niños sean curados con salivilla de estrellas, como le gustaba a él parafrasearle a Federico. Y la inmensa ternura con la que venceremos. Todos quienes lo amamos y lo rodeamos hasta su vuelo invitamos a despedirlo en uno de los lugares físicos que él pensó, que él construyó y al que más amaba: la Biblioteca de Pelota de Trapo, Uruguay 209, Piñeyro, Avellaneda, desde las 12 de hoy martes hasta las 10 de la mañana del miércoles. Y luego, acompañarlo hasta el cementerio de Avellaneda, mañana miércoles a las 10 de la mañana. El mejor homenaje no son flores, sino plantas para sembrar futuro”.
En su página de Facebook, Alberto Morlachetti, llegan mensajes que dan cuenta de la calidad humana, citando frases de su autoría, tan profundas como ésta: "Siento una empatía profunda con esa edad de la vida, la del asombro, de las preguntas hermosas, es la edad en que la palabra no está contaminada, en la que los chicos tienen miradas, gestos, palabras que son como piedras preciosas, uno se va renovando permanentemente".