06/08/2014 - 11:35hs
Desde que el 1º de agosto rige la prohibición de los tracción a sangre en el micro y macro centro de Bahía Blanca, los problemas empezaron a montarse de uno y otro lado, tanto los que de eso viven como de los que gobiernan, a quienes se les acusa de una incapacidad de “trabajar en conjunto” con las familias que dependen de la recolección de cartones (no hubo coordinación ni plazos flexibles ni métodos que se adecuen a las circunstancias de los que hoy quedaron en situación de vulnerabilidad).
El Voluntariado Universitario de la ex Villa Caracol reclamó al Ejecutivo ampliar la mesa de diálogo para buscar una solución al conflicto. El director del proyecto, Cristian Vitale, afirmó esta mañana en diálogo con Radio “Altos” que cuando las herramientas con las que cuenta el Estado no articulan no se ve un progreso continuo de inclusión social”.
El voluntariado emitió un duro comunicado en la que la figura del intendente Gustavo Bevilacqua queda mal parada. Ven “con tristeza que su idea de sociedad, no contempla la participación vecinal, el desarrollo local con inclusión social y el apoyo a los más débiles para acompañarlos en su promoción”. Pero peor aún quedaron paradas esas familias de la ex villa. “Acompañamos en estas semanas a los vecinos en su angustia de no saber si podrán desarrollar su actividad informal con tranquilidad, cuánto van a sacar por lo que clasifican, a la incertidumbre de no saber si podrán contar con su única fuente de ingresos”, enfatizaron.