12/03/2015 - 12:04hs
Jorge Claudio Domínguez, 71 años, entre los vecinos cañuelenses conocido como “El Potro” Domínguez, fue hallado culpable del delito de lesiones leves durante una pelea que protagonizó con dos vecinas (madre e hija) por una obra en construcción y que terminó con lesiones leves en las mujeres denunciantes, quienes habían levantado una construcción que daba al fondo de la casa de Domínguez.
Es la tercera condena que recibe, aunque por ahora no fue encarcelado. Por la edad de Domínguez lo podrían obligar a cumplir una prisión domiciliaria aunque no está descartado que deba hacerlo en un penal.
La discusión se produjo el 25/10/2013, en la casa del ex mandatario donde vive con su esposa Edith Vega Astudillo. Al lugar, cerca del mediodía, se acercaron Magdalena Susana Gaudenzi y su hija, la arquitecta Cecilia Blasco, interesadas en resolver un inconveniente suscitado por la obra en construcción que estaban llevando adelante en una casa lindante a la de Domínguez. Al parecer las explicaciones no fueron satisfactorias y el diálogo se elevó de tono. Después llegaron los golpes.
Tatarsky dio por probado que en aquella jornada se generó un intercambio verbal entre las mujeres, hasta que en una segunda instancia apareció Domínguez, “totalmente enajenado” (como figura en la causa) zamarreando a una de las visitantes –la arquitecta Blasco-, aplicándole golpes en el rostro y empujones contra su madre. Ambas terminaron con lesiones que las incapacitaron por un mes, según estudios médicos.
También testimonió un albañil, quien recordó que ese día se había asomado por la medianera un hombre (Domínguez) que los amenazó por el trabajo que estaban haciendo. El enojo se habría originado por la caída de materiales de construcción sobre las plantas y un juego de jardín.
Todos estos hechos fueron negados por el ex intendente cuando se le tomó declaración indagatoria. Afirmó que no las golpeó. Sólo admitió que las mujeres habían estado en su casa y que habían discutido con su pareja.
En el marco del juicio abreviado la defensora oficial del imputado, María Vigorelli, y la fiscal de juicio, Laura Lasarte, acordaron una condena efectiva de dos meses de prisión, tras tomar en consideración un agravante y un atenuante: la reincidencia del acusado y el buen concepto vecinal.
Dos gravísimos antecedentes
Domínguez fue condenado en dos oportunidades por la justicia penal. La última vez cuando intentó matar a tiros Jorge Sittner, un hombre allegado a su entorno, en septiembre de 1998, en un camino vecinal de Vicente Casares. Estuvo prófugo un año hasta que fue a juicio oral.
Antes había sido condenado por el asesinato de su amante, Carmen Rodríguez de González, en abril de 1990, mientras era intendente de Cañuelas. Luego de matarla, intentó suicidarse con un disparo en la sien.