09/02/2015 - 12:22hs
Mientras la decisión de Gustavo Posse, intendente de San Isidro, esté casi sentenciada (de abandonar las filas massistas para pasar a “un armado grande” (así lo piensa en voz alta, quedando a un pasito de volver al PRO), en otra punta de la provincia, esta separación de Posse deja secuelas…
En el Concejo Deliberante de Cañuelas, el bloque del FR, que contaba con tres ediles divididos en dos bloques, ahora quedó fracturado en tres bancadas.
Por un lado, está el caso de Marta Testa, quien desde el 1º de febrero conformó su bloque unipersonal (“Frente Renovador 17 de Octubre”)
Por otro, Carolina Torrilla, quien estaría próxima a abandonar también el FR cañuelense, habiendo anunciado que seguirá los pasos de su jefe político, Gustavo Posse.
Incluso Torrilla cuestionó al massismo en una entrevista con InfoCañuelas: "Se ha desvirtuado el proyecto inicial y se ha llegado a un límite. El Frente Renovador se está convirtiendo en un reciclado kirchnerista".
Cuando se produzca este pase, estarían quedando solamente dos, cada uno en su propio bloque y sin diálogo (el otro concejal es Gustavo Casamayouret).