08/05/2016 - 07:44hs
Durante los allanamientos que se realizaron el año pasado en las oficinas del contador Victor Manzanares, el asesor contable de la ex presidenta Cristina Kirchner, un efectivo de la Policía Metropolitana realizó un back up de cuatro computadoras. En el acta judicial, se detalla que en una de las máquinas, utilizada por una empleada identificada como Antonella Moreno, había once archivos de la empresa Hotesur, trece de Los Sauces SA y un archivo con datos de COMA SA. Todos los archivos fueron guardados en un disco rígido externo marca Toshiba. Nunca se accedió al contenido. Ese y otros dispositivos tecnológicos, como pen drives y cds, se guardaron desde entonces en la caja fuerte del juzgado de Daniel Rafecas. Esta semana, todo el material se mudó al despacho de otro juez, Julián Ercolini, quien tuvo que hacerse cargo del expediente Hotesur.
En los allanamientos del 13 de julio del año pasado, la Metropolitana también registró las oficinas ubicadas en Alcorta 76, en Río Gallegos, donde funciona el estudio contable “Manzanares, Pombo y Asociados” y tiene su sede Los Sauces, que le alquila todos sus inmuebles a Lázaro Báez y a Cristóbal López. Los efectivos se encontraron con once empleados, pero escasa documentación. Victo Pombo, socio de Manzanares, dijo delante de los policías que la documentación que estaban buscando ya no estaba en ese lugar.
En el último mes, el expediente de Los Sauces, donde Cristina está imputada por tres delitos,recibió el aporte de la AFIP y la UIF, aunquelos investigadores tiene expectativa enel contenido de ocho cajas secuestradas en los allanamientos del Sur. Las cajas están custodiadas en un depósito de la Prefectura. En realidad son más de 200. Hace dos semanas, el fiscal Carlos Rívolo realizó una inspección en el lugar con personal del juzgado de Bonadio y obtuvo pruebas sustanciales para varios expedientes. Entre las cajas apiladas en el piso había documentación que certificaba el pago de expensas en el country Aires del Pilar por parte de Martín Báez. También se comprobó que en ese mismo barrio había tres propiedades a nombre de Badial, la constructora de Lázaro.