04/07/2016 - 06:06hs
A siete meses de haber abandonado la Casa Rosada, con las balas de la Justicia silbándole cada vez más cerca, Cristina Kirchner dio su primera entrevista como expresidenta.
“Es evidente que estoy siendo perseguida”, se victimizó, en lo que pareció un monólogo telefónico con el periodista ultra K, Roberto Navarro, mientras en simultáneo canales de la competencia presentaban informes con escándalos de corrupción como el de José López, al que comparó con “una trompada en el estómago”.
En tanto, negó que durante su gobierno se haya intercambiado obra pública por retornos: “¿Alguien puede pensar que en un monto de obra pública multimillonario se van a hacer maniobras de corrupción a través del alquiler de uno, dos o tres inmuebles? Son cifras irrisorias”, minimizó, al tiempo que hizo mención elíptica al caso Hotesur, que la investiga por presunto lavado de dinero: “Yo nunca alquilé habitaciones de hoteles, lo que yo alquilo son inmuebles”, dijo.
Ya fuera del poder, y antes de cortar la comunicación, recomendó “hacer una auditoría para dejar establecido qué fue lo que pasó y si es que hubo sobreprecios”.