Caso Ciccone: piden condena para Boudou, pero se olvidan de Echegaray

La Oficina Anticorrupción (OA) pidió que el exvicepresidente, Amado Boudou, sea condenado a la pena de 5 años y medio de prisión por quedarse con el 70 % de las acciones de la imprenta Ciccone , que fabrica papel moneda, a cambio de ayudar a solucionar los problemas fiscales que enfrentaba la compañía. En tanto, la Unidad de Información Financiera (UIF), pidió seis años de prisión e inhabilitación especial perpetua para el exvice de Cristina Kirchner. Como también, una multa de $90.000

Similares penas se reclamaron para otros imputados como Nicolás Ciccone; Rafael Resnick Brenner; Alejandro Vandenbroele; Guido Forcieri y José María Núñez Carmona.

Sin embargo, ¿se olvidaron? del gran pez gordo del kirchnerismo, el cómplice de tantos delitos y quien regó de beneficios a funcionarios y empresarios K: el extitular de la AFIP, Ricardo Echegaray.

El caso Ciccone no fue la excepción. Como denunció oportunamente este diario, en pleno kirchnerismo, fue Echegaray quien intentó quedarse con la calcográfica, mucho antes que Boudou. Fue la AFIP la que otorgó a la empresa un plan de pagos con una extensión extraordinaria de 12 años, aplicando una irrisoria tasa de interés, para permitirle salir de la quiebra y sortear así el principal obstáculo que impedía que fuera contratada por el Estado.

Ninguno de los delitos que se le imputan a Boudou pudo cometerse sin la anuencia de Echegaray, quien a sus anchas goza de libertad. Podría parecer inexplicable, sino fuera por el traslúcido pacto que se vislumbra entre macristas y kirchneristas para que el exfuncionario no vaya preso.  

Una razón puede explicarlo todo: que todavía conserve en sus manos las temibles “carpetas” que complicarían al Gobierno actual.