Polémica puesta en escena de Macri en la República de los Niños

Encabezó la inauguración de la puesta en valor del parque a puertas cerradas y en medio de un fuerte operativo de seguridad. Hubo chicos para la foto y otros que no pudieron ingresar

"Ventílense con la banderita que hace calor”, sugirió una impostada voz de locutor con fingida amabilidad a los chicos seleccionados para ilustrar la escena de la reinauguración de la República de los Niños, mientras las cámaras oficiales buscaban la imagen perfecta.

Ubicados sobre el césped del centro cívico del parque, los alumnos de la Escuela nº 41 del barrio La Granja obedecieron agitando las insignias y regalaron una toma de guardapolvos blancos y banderas argentinas.

Finalizada la captura, los docentes que acompañaban a los escolares y el flamante “staff  deportivo” de la renovada “Repu”, contuvieron la ansiedad infantil de la escena haciendo que los chicos volvieran a sentarse en sus lugares, hasta las 12, hora de inicio del acto.

“Les solicitamos a las señoritas docentes que durante el discurso del Presidente no se crucen por delante de las cámaras”, pidió en repetidas ocasiones la voz oficial. Y volvió hacia los niños: “¿Cómo vamos a mover la banderita cuando empiece el acto?”, “¿a ver cómo bailamos sin desplazarnos del lugar?”, “suelten toda esa alegría que tienen contenida”, ordenaba el locutor ante la necesidad de nuevas tomas y a modo de ensayo de lo que vendría.

Versiones remixadas de clásicos de María Elena Walsh sonaban estridentes mientras un puñado de funcionarios municipales y candidatos autorizados a presenciar el acto matizaban la espera con selfies y charlas distendidas detrás de una valla. Hubo quienes, incluso, se sumaron a la repartija de banderitas entre los chicos.

Los trabajadores de la República de los Niños aguardaban encerrados en su espacio de trabajo dentro del parque con las ventanas cerradas y las persianas bajas. Era la condición para poder permanecer en el parque.

Realidad paralela

Fuera del predio de 53 hectáreas, un contingente de alumnos del colegio San Luis Gonzaga de Balvanera permanecía desde la mañana dentro de un micro escolar esperando poder ingresar.

Los cuarenta chicos de 6º grado habían llegado hasta Gonnet para participar de una de las visitas programadas que ofrece el espacio. Pero la orden era clara e inamovible, incluso para un grupo de alumnos: la República estaba cerrada hasta las 15.

La frase se oyó hasta el cansancio en las inmediaciones del parque. La escucharon quienes habitualmente utilizan el espacio para hacer actividad física, algunas madres que intentaron aprovechar el día primaveral y se acercaron con sus hijos hasta el lugar; incluso, varias personas que llegaron hasta allí con la intención de presenciar la visita del jefe de Estado.

“¿Y qué hago con los pibes?”, le gritaba el chofer del micro al jefe de la custodia del ingreso al parque, mientras una docente intentaba mediar palabra con un integrante de la organización y los chicos sacaban la cabeza por la ventanilla del vehículo.

El acto de la TV

“Shhh…. silencio. ¿Escuchan? Miren hacia el cielo”, invitó el locutor a los niños del centro cívico. “En ese helicóptero viene el Presidente, a mover las banderitas”, ordenó nuevamente.

Los perros de la brigada antiexplosivos requisaban el centro cívico, mientras el personal de seguridad presidencial rodeaba la mini Casa de Gobierno, acompañado por Gendarmería.

“Por esa puerta va a salir el Presidente Mauricio Macri, en unos minutitos. Arriba la música”, anunció, ya impaciente, el conductor del evento, consciente de que la infancia no sabe de esperas largas.

Finalmente, 50 minutos después de lo pautado, el mandatario salió de la puerta del edificio para dar su discurso, previo saludo desde el balcón.

Periodistas y funcionarios de segunda línea intentaron observar la escena por detrás de las vallas que los separaban del minúsculo espacio.

“Levanten todos los que tienen banderitas. Muy bien, no hay nada más lindo que ver nuestra Bandera así en lo alto”, les dijo Macri a los chicos, repitiendo una práctica que muchos de los que hoy integran el PRO le criticaron al gobierno kirchnerista. Y el locutor respiró aliviado.

Afuera, los chicos de Balvanera seguían dentro del micro, esperando para conocer el parque.

Noticias Relacionadas