23/08/2017 - 01:12hs
El fiscal Álvaro Garganta indagará al exsecretario Leandro Milone y a Estela Lavalle, una funcionaria administrativa. Los imputados intentarán desvincularse de las presuntas irregularidades detectadas en la ex Unidad Fiscal de Investigaciones nº 4
En el marco de una de las causas que tienen como imputado al fiscal platense Fernando Cartasegna, su par Álvaro Garganta le tomará declaración indagatoria hoy a dos empleados judiciales: el exsecretario Leandro Milone y la funcionaria administrativa Estela Lavalle, informaron fuentes judiciales.
Cabe destacar que Lavalle pidió la nulidad de la causa y tanto el juez de Garantías Juan Pablo Masi como la Cámara de Apelaciones rechazaron esa solicitud. Por su parte, Milone requirió más especificaciones de las acusaciones en su contra y por eso se demoró su indagatoria, la cual iba a realizarse antes de la feria judicial de julio pasado.
De acuerdo a lo que pudo averiguar diario Hoy, Milone considera que las imputaciones no tienen fundamentos y va a pedir que se cite a una importante funcionaria de la Fiscalía General para que aporte su testimonio, al que consideran clave. El imputado fue secretario de Cartasegna en la UFI nº 4 y afirma que “los faltantes que dicen que detectaron no son tales. Además, lo que había dentro del armario era responsabilidad exclusiva de Cartasegna y eso lo declaran más diez personas”.
“Nosotros pedimos las causas en papel porque hay devoluciones de efectos que se registraron en ese formato y no en el virtual. Tenemos constancias de que esos efectos están, por eso estamos tranquilos”, agregó el exsecretario. Con respecto al armario que se encontraba en la oficina de Cartasegna, en el cual se habrían detectado varias irregularidades, Milone dijo que “los efectos que estaban ahí eran los de la Fiscalía de Trata, con la que yo no tenía nada que ver, y quien tenía la llave de ese armario era el fiscal”.
De acuerdo al empleado judicial, Lavalle quedó imputada solo por hacerle un favor a Cartasegna. “Ella es vecina del fiscal y, como él estaba con la licencia, le dio la llave del armario para que retirara de ahí unas recetas y unos medicamentos”, recordó Milone, y manifestó: “Lavalle explicó lo que iba a hacer y sacaron fotos de todo lo que había en el armario con conocimiento de la fiscal Mariana Rufino, pero igual la acusaron”.
Hoy, si Lavalle decide no recurrir a Casación con su pedido de nulidad de la causa, también será indagada por Garganta y tendrá la posibilidad de hacer su descargo. Milone, por su parte, no descarta pedir que se archive la instrucción.
Cuatro por uno
El procurador de la Corte, Julio Conte Grand, le otorgó el 3 de mayo pasado una licencia por tiempo indeterminado al fiscal Fernando Cartasegna, quien encabezaba la UFI nº 4, luego de que este denunciara dos episodios violentos en los que habría sido víctima de golpes, amenazas y torturas.
Como relevo de Cartasegna, el fiscal general de La Plata, Héctor Vogliolo, designó, en principio, a cuatro funcionarios judiciales: Mariana Rufino, Hugo Tesón, Alejandro Marchet y Martín Chiorazzi. Por su parte, los mismos detectaron presuntas irregularidades en la UFI nº 4, como faltantes de efectos y carátulas numeradas en blanco. El informe de los cuatro fiscales derivó en una denuncia penal con intervención de la UFI nº 11, de Álvaro Garganta, en la que quedaron imputados Cartasegna, Milone, Lavalle y el auxiliar Juan Manuel Valdés.
Para poder indagar al extitular de la UFI nº 4, Garganta pidió que lo destituyan como fiscal, ya que por ahora tiene fueros, y esa es una de las razones por las que mañana arrancará el proceso de jury. En tanto, los tres empleados pueden ser indagados sin ningún proceso previo. De hecho, Valdés ya fue citado y prestó declaración.
Entre enigmas, arranca el proceso de destitución
La salud emocional del fiscal Fernando Cartasegna sigue siendo un misterio, a horas de que comience el jury en su contra.
Como adelantó este medio, mañana se reunirá por primera vez el jurado conformado por cinco legisladores y cinco conjueces, encabezado por la presidenta de la Suprema Corte, Hilda Kogan, para analizar si tienen fundamentos las acusaciones de los fiscales Álvaro Garganta y Ana Medina, más la del procurador Julio Conte Grand.
Según diversas fuentes judiciales, lo que más complica a Cartasegna es la causa en la que está imputado por falso testimonio calificado. Se trata de la que encabeza la fiscal Medina, en la cual hay pruebas contundentes con respecto a la aparición de afiches con amenazas.
De acuerdo a los especialistas de Gendarmería, esos carteles fueron diseñados e impresos en una computadora de la UFI nº 4. Las hojas tenían fotos de Cartasegna junto con la leyenda “conozca al próximo Nisman”, en referencia al fallecido fiscal de la causa AMIA.
Medina tampoco pudo hallar nada que confirme los dichos del extitular de la UFI nº 4 con respecto a las denuncias radicadas el 29 de abril y el 3 de mayo pasado. En la primera, dijo que fue reducido en 8 entre 56 y 57 por dos hombres y una mujer vestidos con uniformes policiales, quienes lo amenazaron y golpearon. La otra fue más osada: el fiscal apareció atado en el piso de su despacho de la UFI nº 4 y aseguró haber sido sorprendido por un sujeto que lo ató, lo amordazó e incluso le hizo escribir la palabra Nisman en el suelo con azúcar.
Otro dilema es saber si Cartasegna sufrió un brote psicótico por estrés laboral o actuó deliberadamente con algún objetivo aún desconocido.