15/08/2016 - 06:08hs
Otra vez el exfuncionario está en el ojo de la Justicia. La corrupción K en tierras patagónicas suma una nueva causa: la entrega de subsidios a una refinería de Neuquén, hoy en quiebra
La Oficina Anticorrupción (OA), dirigida por Laura Alonso, prepara una nueva demanda contra el exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, por la supuesta entrega irregular de subsidios a una refinería de Neuquén, por un monto que asciende a los US$ 130 millones. Pese a la gran inversión que realizó el gobierno kirchnerista, la empresa se declaró insolvente y despidió a 700 empleados. Hoy está en concurso de acreedores.
De Vido inauguró la planta de Refinería Neuquina SA (Renesa) en 2011, en el polo petrolero en la localidad de Plaza Huincul, ubicada en el centro de la provincia de Neuquén. Durante esa jornada recorrió las instalaciones, mientras que Cristina Fernández de Kirchner, por videoconferencia, celebraba la “estratégica” nueva línea de producción de combustibles.
Además de señalar a De Vido, la denuncia penal por posibles anomalías apunta al exsecretario de Energía Daniel Cameron, al exsubsecretario del área Roberto Barata y a otros cuatro exfuncionarios kirchneristas.
Las presuntas irregularidades se dan en el programa conocido como Refino Plus, lanzado en noviembre de 2008 para incentivar la producción nacional de combustible. La demanda se basó en un informe de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) que alertó por supuestas anormalidades en la entrega de incentivos millonarios de manera “discrecional” por parte del gobierno kirchnerista a la firma Más Energía, controlante de Renesa y de Petrolera Argentina SA.
Al programa Refino Plus adhirieron casi todas las grandes refinerías y algunas más pequeñas. La OA señaló que el grupo Más Energía, Renesa y Petrolera Argentina SA (PASA) recibieron subsidios por un total de US$ 130 millones, y que estos “no debieron otorgarse o se otorgaron de manera irregular, en términos que implicarían la comisión de graves hipótesis delictivas”. Ahora, el gobierno busca saber cuál fue el destino de esas partidas.
De este modo, funcionarios K le otorgaban a las empresas petroleras créditos fiscales aplicables al pago de derechos de exportación de hidrocarburos. En otra palabras, pagarés que les permitían a las refinerías deducir impuestos ante la Aduana. A su vez, estos documentos eran “transferibles” en el mercado y factibles de ser convertidos en dinero.
Allegados a De Vido, señalaron que “el problema de Renesa fue que YPF les rompió un contrato y eso complicó sus números”, y apuntaron directamente a Daniel Cameron: “Los certificados de crédito fiscal eran responsabilidad del secretario de Energía”.
Durante el ultimo año del gobierno kirchnerista, el sector energético arrasó con enormes sumas de fondos públicos y, en el caso de los programas Petróleo Plus y Refino Plus, se debió sumar al presupuesto $ 7.325 millones para cumplir los compromisos.
Las irregularidades en Renesa y Petrolera Argentina SA
En el primero de los casos, la firma solicitó unirse al programa Refino Plus en diciembre de 2008, a los pocos días del lanzamiento del plan. A cambio de los enormes subsidios otorgados por el gobierno K, la refinería se comprometía a construir una planta de producción de nafta de alto octanaje y, además, prometía la producción de 430.000 metros cúbicos de combustible por año: una participación del 7,5% de la producción nacional.
La ex-Secretaría de Energía había convenido otorgarle créditos por una suma de US$53 millones, pero fueron las autoridades de la propia empresa quienes pidieron un aumento por considerar que los niveles de producción que lograrían serían significativos. A partir de esto se reconvino la entrega de incentivos por $124 millones, lo que representó un 230% más de lo pautado inicialmente.
A esta irregularidad se le sumó que, según el informe de la Sigen, la totalidad de los subsidios se habrían otorgado de manera adelantada “en clara violación a lo dispuesto por la norma vigente”. El decreto que creó Refino Plus determina que el “el 50% del incentivo total se entregaría trimestralmente en función al avance de los proyectos y el 50% restante durante el primer año de producción”.
En la denuncia que presentará la OA, también se consigna que la refinería no habría producido los niveles pautados. Según los datos públicos del organismo que controlaba Daniel Cameron, durante los casi dos años que la empresa petrolera estuvo en funcionamiento la producción total fue de 97.000 metros cúbicos: apenas un 12% de la producción acordada.
Por otro lado, en el caso de Petrolera Argentina SA, la otra firma del grupo Más Energía, la ex- Secretaría de Energía estableció incentivos por US$5,7 millones, los cuales también se habrían otorgado en su totalidad y no en partes, tal como indica la ley.
El empresario de Más Energía, Miguel Schvartzbaum, cuestionó el radical cambio de “las reglas de juego” en el mercado de hidrocarburos a partir de 2013.
“Teníamos la capacidad instalada, pero el exgobierno permitió la importación de combustibles libres de impuestos, lo que hizo que nuestra producción no encontrara mercado. Desde 2014 se importaron más de 600.000 metros cúbicos de nafta exenta de gravámenes, y eso hizo que las grandes petroleras importaran combustible, en lugar de comprar a la industria nacional”, indicó.