09/07/2014 - 03:03hs
El Secretario de Seguridad Sergio Berni describió a los trabajadores que reclamaban por su fuente laboral como “inadaptados” y mandó a Gendarmería a reprimirlos. No quedan rastros del discurso de los “derechos humanos”
Lejos quedó el discurso del “Gobierno de los derechos humanos” con el que el kirchnerismo llegó a la Casa Rosada y que año tras año fue dejando cada vez más de lado. Primero fueron las represiones en las provincias a los manifestantes contra la megaminería, luego los enemigos fueron los pueblos originarios Qom que peleaban contra el desalojo de sus tierras, y ahora la represión cae firmemente sobre los trabajadores que pelean por sus fuentes de trabajo en el marco de una crisis económica que muestra día a día sus pesadas consecuencias.
En general, el kirchnerismo puro solía decir que el Gobierno nacional no era el que mandaba a reprimir, descargando las culpas en los gobernadores de las provincias. Sin embargo, en los últimos meses ese discurso quedó por el piso. De hecho, esta semana, por orden explícita del Gobierno hubo dos duras represiones en Capital Federal: una a los trabajadores de EMFER, compañía que están vaciando los hermanos Cirigliano, empresarios alineados al Gobierno; y ayer a los trabajadores de la autopartista norteamericana Lear.
“Los compañeros se estaban manifestando tranquilamente cortando un carril de la Panamericana. La policía fue y los reprimió, con gases lacrimógenos, perros, balas de goma, tuvimos compañeros heridos y otros detenidos”, explicó a Hoy Silvio Fanti, trabajador de la multinacional y delegado gremial.
Tomada no aparece
“En mayo la fábrica suspendió a 330 compañeros, sin aviso, cosa que es totalmente ilegal porque la fábrica no tiene dictado un concurso preventivo de crisis. Pasó un mes de eso y a 200 compañeros los suspenden un mes más sin goce de sueldo, o sea que otra vez entró en ilegalidad la empresa”, describió Fanti.
Luego agregó: “A los 15 días de esta suspensión, a 21 compañeros que nunca había suspendido la empresa decide directamente despedirlos. Cuando empezamos las protestas por estos despidos y por las suspensiones, nos dicen que a todos los suspendidos les iba a llegar también un telegrama de despido. Hasta el día de hoy le ha llegado el telegrama a 130 compañeros y seguirán llegándole al resto”.
En medio de una crisis económica que afecta particularmente a las autopartistas, con caídas sin precedentes del nivel de actividad, el organismo del Estado que salió a responder no fue el Ministerio de Trabajo, a cargo de Carlos Tomada, si no el de Seguridad, a cargo de Sergio Berni (ver aparte).
“Del Ministerio de Trabajo no tuvimos ninguna respuesta. Nosotros denunciamos todo lo que pasó, pedimos cautelares para que los delegados puedan entrar el lugar de trabajo, hicimos todo pero no hubo respuestas”, sentenció el delegado de Lear.
Berni quiere leyes que acallen las protestas
El secretario de Seguridad, Sergio Berni, al referirse a los trabajadores de la autopartista norteamericana Lear que protestaban ayer por la mañana en la avenida Panamericana, aseguró que se trataba de "un grupo de inadaptados, como siempre, con una clara intencionalidad de generar disturbios y caos".
En ningún momento se refirió al motivo del reclamo ni a la desesperación por quedarse de un día para el otro sin trabajo. Lo único que dijo el funcionario es que los legisladores deberían impulsar leyes que pongan fin a las protestas.
“No he visto que ningún diputado (de la oposición) se haya preocupado por poner un fin a todo esto", lamentó.
Los piquetes, prosiguió, "molestan a los ciudadanos que tienen que ir a trabajar cada mañana. Los que nos levantamos a las 5 de la mañana para ir a trabajar o llevar los chicos al colegio. Esto cansa. Ojalá que algún diputado tenga la iniciativa de tomar el toro por las astas y generar lo que tenga que generar desde el Poder Legislativo para que esto no vuelva a suceder".
Repudio generalizado de legisladores y gremios
Organizaciones gremiales, sociales y legisladores repudiaron ayer la represión ejercida por fuerzas de seguridad en protestas realizadas en apoyo a trabajadores despedidos y suspendidos, y advirtieron que si el Gobierno "responde con represión, nos espera un futuro cercano muy violento".
Entre ellos, la diputada nacional Victoria Donda (foto), dijo que "si el Gobierno va a responder con represión a cualquier manifestación o reclamo de los trabajadores, el futuro cercano nos encontrará en un contexto de alta conflictividad social", y afirmó: "Nos espera un futuro muy violento".
"Es imprescindible que frente al pronunciado deterioro económico en el que nos estamos adentrando se recurra al diálogo y se escuchen los reclamos de los sectores más vulnerables", manifestó la legisladora, y consideró que "de lo contrario, la situación se va a tornar inmanejable".
Bancarios pedirán reapertura de paritarias
El gremio de los trabajadores bancarios aseguró que el paro de actividades llevado a cabo ayer fue "exitoso", con un acatamiento del "noventa por ciento", y adelantó que pedirá la reapertura de las paritarias si el Gobierno no modifica el impuesto a las Ganancias.
Así lo informó el secretario general del sindicato, Sergio Palazzo, quien además señaló que la Justicia laboral ordenó la reincorporación de los 36 trabajadores despedidos por la Caja Popular de Ahorros de Tucumán.
"El paro tuvo un acatamiento promedio del 90 por ciento, pero lo más importante es que hoy (por ayer) recibimos una nota de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala 6, en la que nos da la razón en el conflicto que tenemos por los 36 despedidos", indicó Palazzo. Dijo además que si el Gobierno no sube el mínimo no imponible de los 15.000 pesos actuales, pedirán que sean las empresas las que absorban los descuentos salariales que se aplican por el impuesto, con un resultado neutro para el fisco.