El fin de los formalismos: basta de "Su Señoría" y "Excelentísimo Tribunal"

Política

06/05/2014 - 06:10hs

Pasillos judiciales

En estos tiempos de inmediatez, de redes sociales, lenguajes sencillos y coloquiales, la verdad es que a la Justicia le cabe el mismo sayo de haberse quedado en épocas de la inquisición, y más si se trata de modos de expresión, trato y escritura. Esos formalismos causan aún más irritación en los ciudadanos de a pie que ven dirigirse desde el púlpito del estrado o de las ininteligibles sentencias escritas a jueces, fiscales y camaristas.

Desde estas columnas, se ha venido señalando que esa particular forma de “conversación” con los justiciables no ha tenido otra intención que la de mantener cierta distancia, entre quien detenta un cargo, el poder y el conocimiento y quien debe acatarlo (el imputado)

Pero una verba y una escritura encriptada también aleja de sobremanera a los jueces de las víctimas. Nadie entiende de lo que se habla. Y eso es muy preocupante. Familiares, allegados a las víctimas que durante horas escuchan la lectura de un veredicto sin alcanzar a comprenderlo. O qué decir de los “juicios abreviados” que se pactan -lejos de la mentada oralidad-, y en sumarísimos escritos, negociando penas, entre fiscales y defensores. Y máxime, porque desde hace unos pocos años a la fecha, la víctima ha pasado a tener un rol mucho más activo en el proceso penal: puede peticionar medidas de prueba, y hasta alegar en un juicio, reclamando calificación y pena a imponer en una eventual condena.

La pregunta viene de suyo. Entonces ¿Para quién escriben estos magistrados? La respuesta es evidente: casi, para sí mismos. Para regodear, mantener ese espacio de presunto poder y sabiduría por sobre los “otros”.

Por primera vez un tribunal, en este caso el Tribunal en lo Criminal n° III de La Plata, de reciente integración, se animó a poner blanco sobre negro. Estos jueces penales pidieron expresamente a abogados y a todas las personas con las que mantienen relación laboral dejar de lado las formalidades en el uso verbal o escrito de las palabras "Su Señoría" o "Excelentísimo Tribunal".

La iniciativa correspondió a los jueces Ernesto Domenech, Andrés Vitale y Santiago Paolini, de ese Tribunal III, que colocaron en la puerta de acceso a sus despachos un cartel donde piden eliminar esos términos formales.

"Se solicita a los señores profesionales, a las personas citadas como testigos" y otras que "sea en forma verbal o por escrito" se dirijan a esos jueces "eviten utilizar los términos `Excelentísimo Tribunal` o `Su Señoría`, pudiéndolos reemplazar por los de señor Juez y señora Jueza", dicen los letreros.

La presencia del singular cartel fue anticipado en horas del mediodía, por el sitio tintajudicial.com. Sin duda, es un caso extraño a destacar entre aquellos hábitos tan arraigados de la inquisición, en estos hombres del 2014 que aún disparan a destajo términos en latín en sus fallos, siempre desde sus “Palacios de Justicia” (aún se sigue llamando así al edificio de tribunales…)

Una fuente de la justicia penal platense destacó que "la decisión de estos jueces de evitar estas solemnidades despertó la simpatía de otros magistrados, empleados y abogados". También contó que el cartel, que fue colocado la semana pasada, "es fotografiado con celulares por algunos de los que caminan los pasillos de tribunales" y que "ya está subido a la red social Facebook".

Vale entonces destacar este gesto, tal vez pequeño, pero enormemente significativo, que pugna por una administración de justicia no tan “dedicada” a los nombres, números o rótulos que aparecen en las frías cartulinas de los expedientes, sino más cercana a las personas de carne y hueso: víctimas y justiciables con las garantías del debido proceso penal.