Gils Carbó confirmó que no renunciará ni se tomará licencia

La procuradora aseguró que no dejará su lugar como jefa de fiscales y se someterá a todos los requerimientos que le exija la Justicia. Ofensiva en Tribunales para detener las causas en su contra. Desde el Gobierno le piden que dé un paso al costado     

La decisión del juez federal Julián Ercolini de procesar a la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, por la compra irregular del edificio de la sede central del organismo, donde se sospecha que hubieron coimas, desató un vendaval en el entorno íntimo de la funcionaria, que busca resistir lo que llama una “escalada política” en su contra.

Según trascendió ayer desde la Procuración, la jefa de los fiscales le habría dicho a sus familiares y más dilectos colaboradores que “ni renuncio ni me tomo licencia”, aclarándoles que presentará “batalla judicial” a todos los cargos que se le imputan, a los cuales considera “injustos y sin ninguna clase de sustento legal”.

La determinación de Ercolini no causó sorpresa en la funcionaria judicial, ya que afirmó que “la esperaba” y que pensó que “iba a salir a comienzos de la semana”, pero que desde Comodoro Py se retrasó la resolución porque “se esperó el final del partido de Argentina con Ecuador por las Eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018, para que el dictamen no perdiera trascendencia mediática”.

Como parte del accionar que piensa llevar adelante en las próximas semanas, Gils Carbó se reunió con su equipo de abogados defensores, que lidera León Arslanián, para instalar una defensa que vaya no solo en el orden de lo meramente judicial en el ámbito de los Tribunales, sino también ejercer un alegato mediático que sirva para mejorar la imagen negativa que la procuradora tiene en buena parte de la población.

Ni bien se dio a conocer el fallo del magistrado, Arslanián aseguró que el auto de procesamiento de la procuradora le producía un fuerte “estupor”, porque el mismo se basaba en un “delito imaginario”. Para el letrado la acusación por administración fraudulenta en la compra del edificio de la sede central de la Procuración General es un “intento burdo” por sacar a Gils Carbó de su puesto.

Pedidos varios

La causa abierta en el juzgado de Ercolini es la primera que progresa en Tribunales contra la jefa de los fiscales. Desde el Gobierno nacional aprovecharon la ocasión para volver a pedirle a la funcionaria que deje su puesto y que se someta a los dictados de la Justicia para aclarar su situación procesal.

El ministro de Justicia, Germán Garavano, pidió que Gils Carbó “se tome licencia” hasta que se resuelva su situación judicial y advirtió que su proceso de destitución será “un tema central” en la agenda parlamentaria por parte del oficialismo para después de las elecciones legislativas.

Por su parte, la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, aseveró que “renunciar” es “la mejor opción” que puede tomar la procuradora tras su procesamiento, al considerar que su situación judicial “le hace más daño a la Justicia y al país”. En el mismo sentido se refirió el titular del interbloque de diputados de Cambiemos, Mario Negri, quien sentenció que “si efectivamente esta medida del juez es respaldada en segunda instancia, la situación de Gils Carbó será insostenible. Sin importar si contamos o no con los dos tercios de los votos, vamos a iniciar el juicio político”.

Cabe destacar que la Comisión Bicameral de Control del Ministerio Público tiene previsto citar a la jefa de los fiscales para después de las elecciones. Acto seguido, emitiría un dictamen sobre su actuación al frente de la Procuración General. Si el mismo resulta negativo para la funcionaria y, paralelamente, la Justicia confirma su procesamiento, el juicio político sería el camino que le esperaría a Gils Carbó.