El Gobierno puja por apurar la reforma laboral, pero el justicialismo se resiste

El Gobierno nacional adelantó que intentará nuevamente en febrero avanzar con el proyecto de reforma laboral que quedó trabado en la Cámara de Senadores, pero el Partido Justicialista (PJ) ya ofreció las primeras señales de resistencia y buscará postergar el debate

Política

02/01/2018 - 01:28hs

La iniciativa fue enviada al Congreso por el Presidente de la Nación, Mauricio Macri, en noviembre pasado, pero los senadores justicialistas encabezados por Miguel Ángel Pichetto se negaron a tratarla debido a la falta de una postura unificada en la Confederación General del Trabajo (CGT). 

En este marco, el jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, anunció días atrás que el Ejecutivo convocará a sesiones extraordinarias para que los legisladores comiencen a debatir en febrero con el objetivo de aprobar la reforma, pero en las últimas horas el senador Pichetto descartó esa posibilidad.

“Para febrero no creo que constituyamos la Comisión de Trabajo. No tengo ningún interés en hacerlo”, expresó el jefe del Bloque Justicialista, única bancada con la que la alianza Cambiemos puede dialogar para aprobar las iniciativas que impulsa el Gobierno. El legislador señaló que el PJ no quiere “jugar con los tiempos” del oficialismo y que, además, el Ejecutivo tiene que acordar “primero con los sindicatos”.

“No estamos dispuestos”

Poniéndole un freno a las intenciones de Cambiemos, Pichetto aseguró: “No estamos dispuestos a tolerar que se construyan iniciativas que no son defendidas por el propio Gobierno. (Jaime) Durán Barba cree que gobernar es hacer una elección”, disparó. “El peronismo expresa a 10 millones de personas que trabajan todos los días y no solo a los sectores minusválidos de la sociedad”, manifestó el senador. 

Asimismo, con respecto a la posibilidad de unirse al bloque kirchnerista en la Cámara alta, encabezado por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, señaló que “nunca” se puede “decir no en política”. Sin embargo, advirtió que “para que eso ocurra tiene que haber una visión de país que podamos compartir, un proyecto político de reconstrucción del peronismo”.

Al respecto, sostuvo que Fernández de Kirchner “tiene una visión de una oposición dura, casi en la periferia del sistema, y una mirada de bloqueo institucional. Nuestra tarea es la genuina representación de los intereses provinciales”. “Si formamos parte de la discusión y logramos ventajas para nuestras provincias, cómo no íbamos a votar”, planteó sobre las reformas impulsadas por el Gobierno, como la fiscal y la tributaria. Además, dijo oponerse al “bloqueo” de proyectos del Ejecutivo al señalar que “obliga al Gobierno a recurrir a instrumentos como el DNU”. 

Postura de la CGT

El triunvirato que encabeza la CGT, integrado por Carlos Acuña, Héctor Daer y Juan Carlos Schmid, había aceptado el proyecto de reforma laboral antes de que el Ejecutivo lo enviara a la Cámara alta, pero el dirigente del gremio de camioneros, Pablo Moyano, lo criticó públicamente y en varias oportunidades, diciendo que no permitiría “una Banelco en el Senado”, en alusión al caso de sobornos del año 2000 durante el mandato de Fernando de la Rúa. 

La aparente división en la central obrera respecto de la iniciativa del Gobierno generó que Pichetto y los senadores justicialistas anunciaran en noviembre que habían decidido suspender el tratamiento del proyecto. Los legisladores del PJ pretendían entonces que los tres secretarios generales de la CGT fueran a la Cámara alta en persona a defender el proyecto. Asimismo, el justicialismo esperaba que el referente de la CGT y líder de Camioneros, Hugo Moyano, se expresara al respecto. A principios de diciembre pasado la conducción cegetista defendió “todo lo actuado en cuanto a la reforma laboral”, pero repudió las iniciativas fiscal y previsional. 

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