El reciclaje del hombre de la eterna sonrisa

Política

15/02/2016 - 06:14hs

La presencia de Florencio Randazzo junto a Mauricio Macri inaugurando una obra ferroviaria que debía haber estado terminada en el 2007, desató la polémica. La doble cara del exfuncionario K y sus negociados con los trenes. Postal de la falsa revolución encarada por el kirchnerismo 

Buscando salir del ostracismo y queriendo reciclarse nuevamente en la política nacional, este fin de semana el ex ministro del Interior y Transporte del kirchnerismo, Florencio Randazzo, participó junto al presidente Mauricio Macri, de la inauguración del nuevo ramal eléctrico del Ferrocarril Roca que une Constitución con Quilmes.

Lo paradójico del caso es que el hombre de la eterna sonrisa, fue clave para que esta obra, que fue anunciada por primera vez por Néstor Kirchner en el año 2003 y debía terminarse en el 2007, jamás se concretara a pesar de los contratos millonarios efectuados con empresas amigas del poder.

Resulta incomprensible para muchos la actitud tomada por el gobierno de Cambiemos de avalar con sus gestos, la gestión de un funcionario que llevó adelante una destrucción total del sistema ferroviario nacional, con negociados que evidencian el manejo oscuro de los fondos públicos ejercido durante la administración K. 

Entre muchos otros dislates, Randazzo fue el artífice de la concreción de acuerdos secretos con China, que incluyó la entrega total a los intereses del gigante asiático, con la compra de vagones, repuestos y hasta inclusive con la obligación por parte de la Argentina de que ante cada falla del sistema, se debe contratar solo a técnicos chinos para su resolución, dejando de lado a los altos profesionales nacionales. Otro caso patente de la inacción randazzista se dio con la siempre anunciada y nunca efectuada reactivación de los Talleres ferroviarios, así como también la fallida obra del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. Incluso para la obra de electrificación del Roca, se le dio cuantiosos contratos a la cuestionada empresa alemana Siemens (sociedad que reconoció haber pagado sobornos a funcionarios del gobierno menemista en los ´90 para quedarse con el negocio de la confección de los DNI), que ya había incumplido convenio con el kirchnerismo para las labores de señalización del Mitre y el Sarmiento. 

Vaciamiento y destrucción

Las nuevas formaciones anunciadas por Randazzo en su paso por el poder, resultaron un fiasco, como sucedió con la formación a Mar del Plata, un servicio que debió dejar de darse por los constantes descarrilamientos que sufría su formación. Lo mismo sucedió con los servicios de El Gran Capitán o el Tren de los Pueblos Libres, que unía Argentina con Uruguay.

En diálogo con Hoy, el profesor y creador del Proyecto Tren Para Todos, Leonardo Rico, aseveró que “la gestión de Randazzo fue lapidaria para el sistema ferroviario argentino. Solo se hicieron grandes negociados económicos con empresas amigas o acuerdos con China, dejando de lado la industria y la producción nacional”.

Para el investigador ferroviario, “durante el kirchnerismo se vio un vaciamiento y un desfinanciamiento del ferrocarril a favor de empresas privadas, en un ejemplo del descontrol por parte del Estado, además de una fuerte complicidad por parte de funcionarios como Randazzo, que actuaron en forma conjunta con los empresarios. Es inconcebible que se reciba con pleitesía a gente que fue parte esencial en la destrucción del sistema ferroviario nacional”.

El desaguisado K con los ferrocarriles tiene además como un dato extra la falta de información vital que dejó como herencia a Cambiemos. No se sabe a ciencia cierta con cuántas locomotoras cuenta hoy la Argentina, así como tampoco cuáles son las condiciones de los contratos millonarios firmados con privados o China, dando cuenta de la magnitud del desastre. Como si nada hubiera tenido que ver en la destrucción del sistema ferroviario perpetrado durante la mal llamada década ganada, Randazzo intenta metamorfosearse políticamente participando de actos públicos de la nueva administración, para así diferenciarse de Cristina Kirchner y sumarse a la pelea por el poder interno en el PJ, por lo que resulta inexplicable el cobijo que el macrismo le da a un personaje de esta calaña.

Sin planificación

La falta de planificación del kirchnerismo en materia ferroviaria, tuvo a Randazzo como su figura emblema, montando alrededor del mismo un relato que jamás pudo llevar a la realidad.

Fue inexistente la ampliación de los servicios prometidos, así como también la unión del interior del país con las capitales provinciales en virtud de un supuesto “federalismo”, todas proclamas que quedaron en la nada.

Esta gran estafa a los argentinos, se llevó adelante sin la realización de estudios técnicos y sin contar con personal capacitado para el mismo, lo que llevó a un mutilación del sistema.

Al no haber existido una organización por parte de Randazzo, se hicieron mal las cosas y se invirtieron recursos que se van a tener que pagar por años, buscando esconder la basura debajo de la alfombra, con la consecuente depresión que eso le trajo al alicaído sistema ferroviario nacional. 

Negocios turbios

En 2014, el diario Hoy publicó una investigación con los negocios oscuros que involucraban a Florencio Randazzo, entonces candidato a presidente que promocionaba la ortodoxia K.

Según lo certificado por nuestro diario, el exministro y su círculo más íntimo de colaboradores articularon toda una red de sociedades comerciales al cobijo del poder, entre las que se destacaban heladerías, gimnasios y constructoras.

Algunas de las personas involucradas en estos oscuros manejos, fueron el extitular de la Sociedad Operadora Ferroviaria (SOFSE), Ignacio José Casasola; el exdirector de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Juan Felipe Rodríguez Laguens; Juan De Dios Cincunegui, un polista y abogado oriundo de Chivilcoy, el pago chico de Randazzo, que estuvo ligado a La Cámpora y se desempeñó como interventor de la empresa Intercargo; entre otros.