En una sesión caracterizada por un clima tenso generado por los diversos cruces políticos, fue sancionada la ley de leyes y los proyectos económicos que habían sido impulsados por el Poder Ejecutivo
28/12/2017 - 00:36hs
El Senado aprobó anoche por amplia mayoría la Ley de Presupuesto para 2018 junto a un paquete de leyes económicas entre las que se encuentra la reforma tributaria.
En el inicio del debate, Esteban Bullrich fue el senador de Cambiemos elegido como miembro informante para defender la llamada ley de leyes. El legislador efectuó un repaso de las medidas tomadas por la administración de Mauricio Macri. Así, hizo hincapié en la ampliación de las asignaciones universales, la llamada reparación histórica a los jubilados y el aumento del seguro de desempleo.
También consideró como tema central la baja de la inflación y la reducción del déficit fiscal, y dijo que el Presupuesto 2018 contempla “una caída del déficit para un crecimiento económico sustentable”.
Asimismo, destacó el acuerdo con las provincias para eliminar el impuesto a los Ingresos Brutos y lograr la desaparición de las aduanas internas. Además, valoró la inversión prevista en infraestructura, especialmente en materia vial que permitirá “fortalecer el federalismo”, según afirmó.
En representación del bloque del Frente para la Victoria, la senadora Anabel Fernández Sagasti criticó el discurso de Bullrich y calificó el debate de las leyes económicas “como una maratón de ajuste falsa y mentirosa”.
Por otro lado, el senador del Interbloque Federal Adolfo Rodríguez Saá se cruzó con el jefe del bloque Justicialista, Miguel Pichetto, por el tratamiento “exprés” del paquete de leyes económicas y lo responsabilizó por la supuesta “anulación del Senado”.
Ante ese planteo, Pichetto señaló que su bancada sugirió modificaciones a las iniciativas del Poder Ejecutivo cuando se debatió en la Cámara de Diputados. “Hemos hecho llegar ideas y sugerencias”, sostuvo al respecto.
Los objetivos por delante
El Presupuesto 2018 contempla un crecimiento anual de un 3,5% del PBI, un aumento del 12% para la inversión y una inflación anual promedio del 15,7%, consistente con las metas del BCRA, del 10% con una variación en más o en menos del orden del 2%.
En cuanto a la reforma tributaria, esta prevé una disminución de ganancias para las empresas que reinviertan sus dividendos, grava la renta financiera y disminuye en forma gradual los aportes patronales, con el fin de poder disminuir la presión tributaria de manera gradual en un plazo de cinco años.
A su vez, se prorrogó la vigencia del denominado impuesto al cheque, que se extenderá hasta 2022 o hasta que se vote una nueva Ley de Coparticipación, Ganancias, Bienes Personales y Monotributo, a lo que se suma la derogación del Fondo del Conurbano.
Reapareció Cristina en el Senado y rechazó el pedido de desafuero
En el inicio de su nuevo mandato como senadora nacional, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner manifestó su rechazo al pedido judicial de desafuero en su contra en la causa del encubrimiento del atentado a la AMIA, y consideró a la solicitud como “un avasallamiento de la representación política institucional”.
Durante la apertura de la sesión, la exmandataria pidió el uso de la palabra para denunciar la “utilización del disparate de una causa absolutamente ridícula para afectar la representación político institucional”, en alusión a la causa en la que fue imputada por traición a la Patria por el juez federal Claudio Bonadio.
La exjefa de Estado afirmó que forma parte de un intento de “avasallamiento” de la representación parlamentaria y cuestionó lo que consideró como “una utilización del Poder Judicial para perseguir y desprestigiar dirigentes”.
En ese sentido, defendió el Memorándum de Entendimiento con Irán argumentando que “fue firmado de acuerdo a las atribuciones que marca la Constitución y fue tratado, debatido y aprobado en sesiones públicas del Parlamento”.
Al hacer uso de una cuestión de privilegio, la líder de Unidad Ciudadana planteó que “llama la atención, en todo caso, si hay un juez o alguna jurisprudencia que constituye un delito a esto, cómo también no llamaron a los legisladores que lo aprobaron”.
Fernández de Kirchner hizo uso de la palabra más de 20 minutos, pese a que la vicepresidenta Gabriela Michetti le pidió en dos oportunidades que respetara el tiempo reglamentario, y mantuvo de a ratos un diálogo personal con la presidenta del Senado, en quien focalizó sus reclamos hacia el Gobierno nacional.
“Es notable cómo su gobierno públicamente dice qué tipo de oposición quiere. Es posible que a usted y al Presidente no les guste el tipo de oposición que haremos. A mí no me gusta el gobierno que ustedes hacen, y no por eso voy a pretender que se vayan”, sostuvo la legisladora.