En el Conurbano, 1 de cada 4 personas vive cerca de un basural

Muestra de una realidad que se agrava con los años y que afecta principalmente a los sectores socioeconómicos más bajos, 1 de cada 4 personas que habita en el Conurbano vive cerca de basurales, una cifra que cobra fuerza principalmente en los distritos del oeste del Área Metropolitana de Buenos Aires.

Estos datos se desprenden de un informe exclusivo elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) para la Defensoría del Pueblo bonaerense, que tuvo como objetivo hacer un relevamiento del acceso a condiciones habitacionales, infraestructura urbana básica y a un medio ambiente saludable en 30 distritos de esta zona en los años 2015 y 2016.

Puntualmente, el trabajo determinó que de las personas relevadas el 24,7% vive cerca de basurales, una cantidad que creció un 1,9% respecto a lo observado entre 2010 y 2011. Dentro de este grupo, el 35% habita en el Conurbano oeste, mientras que en sur y en el norte de esa región la incidencia es del 22 y el 17%, respectivamente.

El informe también pone el foco en factores como son las condiciones de hacinamiento, al expresar que el 16% de la población del Conurbano vive bajo esta situación, o que el 17% de quienes residen en este territorio habitan en viviendas no adecuadas por su tipo o materiales de construcción.

Además, el estudio precisó que el 24,4% de las personas en el Conurbano se encuentran en viviendas sin conexión a agua corriente de red; el 7,5% no cuenta con medidores de luz; el 36% no tiene conexión a la red de gas natural; el 51,8% carece de conexión a la red cloacal; 41,5% habita en viviendas sin desagües pluviales; y el 29,2% vive en hogares situados en calles sin pavimentar.

“Todas estos aspectos analizados están fuertemente asociados a las políticas sociales y a la inversión pública, por lo que las carencias significan una privación injusta de derechos que debe garantizar el Estado. Gracias a este trabajo, ahora podremos elaborar recomendaciones para que se direcciones políticas oficiales que sirvan para atender todas estas falencias”, sostuvo el Defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino.

El trabajo de la Defensoría y la UCA se centra, puntualmente, en el derecho a la ciudad, es decir la garantía al  acceso a un conjunto de recursos materiales y simbólicos que permitan garantizar las condiciones para desarrollar las potencialidades individuales y la integración social de las personas.

“El informe muestra las desigualdades que existen entre las ciudadanos de distintos grupos sociales, espacios residenciales y zonas del Conurbano, pero al observar los estratos más bajos es cuando nos damos cuenta del peso de las problemáticas que atraviesan a buena parte de los habitantes y es hacia ellos donde se debe prestar una atención especial para cubrir sus reclamos insatisfechos durante tantos años”, indicó Lorenzino.