En la Argentina hay más de 51.000 prófugos de la Justicia

Un informe del Comando Unificado Federal de Recaptura de Evadidos detalló que en la Provincia de Buenos Aires el número asciende a 17.654. Durante las vacaciones y los fines de semana se incrementan las recapturas

Política

24/12/2017 - 00:00hs

De acuerdo a un informe oficial, en nuestro país hay en la actualidad 51.262 prófugos de la Justicia, de los cuales el 77 por ciento es argentino y el 23 por ciento restante, de otras 87 nacionalidades.

En la Provincia de Buenos Aires, los evadidos ascienden a 17.654; en Capital Federal, a 15.034; mientras que en Misiones, Salta y Chaco los prófugos son 2.396, 1.795 y 1.435, respectivamente. Estos cinco distritos son los que encabezan el ranking en el país. Los dos primeros obedecen a su densidad poblacional. En tanto, las cinco provincias que menos prófugos tienen son Santiago del Estero (15), La Rioja (19), Catamarca (24), San Juan (52) y Jujuy (75).

El Comando Unificado Federal de Recaptura de Evadidos (Cufre) definió una estructura piramidal de evadidos, cuya base está conformada por cerca del 70% de los prófugos, considerados “comunes”, un 20% de casos “complicados” y el resto (10%) de “élite”. El informe se elaboró con las comunicaciones que los tribunales realizan al Registro Nacional de Reincidencia de toda medida restrictiva a la libertad ambulatoria que se dicta en una causa penal, en cualquier jurisdicción del país. El estudio indicó que buena parte de los prófugos comunes no sabe que tiene un pedido de captura, bien porque el abogado no les avisó o porque la ignoraron. Siguen con su vida habitual, haciendo trámites, no alteran su cotidianidad ni su domicilio y no están en actitud de fuga.

Para evitar el agobio y el desgaste que generan estas recapturas, en la cúpula del Cufre desa­rrollaron una estrategia de sensores y de comunicación entre distintas áreas para avisar y coordinar medidas inmediatas. Con el 20 por ciento de los evadidos “complicados” se hace una labor más exhaustiva, de investigación. Se trabaja con las fuerzas de seguridad y con autorización judicial. Por resolución, el Cufre actúa de acuerdo a tres parámetros: en primer lugar, los condenados; en segundo término, las personas que tienen recompensa establecida por el programa que actualmente tramita el Ministerio de Seguridad, y, por último, casos complejos y a pedido de la Justicia.

Los picos de arrestos

Durante vacaciones y fines de semana largos, por controles propios se detectan más prófugos. El informe detalló que en época de veraneo, por ejemplo, Prefectura Naval, Gendarmería Nacional y Policía de Seguridad Aeroportuaria elevan el pico de detenciones por el movimiento de gente.

La época en que son capturados depende, también, de qué porción de esa pirámide se trate. Dentro del gran porcentaje de los considerados “comunes” están los que viajan. Los que se sitúan por encima de esa base de prófugos (los “complicados” y la “élite”) eluden pasos fronterizos habituales, tienen mecanismos de disuasión o se mueven con documentos falsos. “Es gente preparada en contra del sistema que quiere buscarlos y detenerlos. Algunos se mudan una vez por semana, hasta que se les acaba el circuito y empiezan a repetir los lugares”, explicó un vocero del Cufre.

La mayor cantidad de detenciones de estos casos complejos que forman parte del 20 por ciento se registraron “por la muerte de la madre o cumpleaños de los hijos. Caen con la familia, con sus afectos, la novia, la mujer. Caen ahí”, señaló la fuente.  

Estos son los distritos con mayor cantidad de pedidos de captura 

Buenos Aires17.654

Capital Federal15.034

Misiones2.396

Salta1.795

Chaco1.435

Río Negro1.359

Neuquén1.065

Corrientes1.051

Un organismo que se inició el año pasado

El Comando Unificado Federal de Recaptura de Evadidos (Cufre) se encuentra operativo desde principios de 2016. Lo integran cuatro mesas de trabajo, con cuatro efectivos de cada fuerza de seguridad, más la participación del Servicio Penitenciario Federal y un coordinador o secretario operativo. Un grupo reúne información y chequea la base de datos de evadidos; otro, analiza la información y estudia al prófugo, su grado de complejidad, la situación judicial y si tras la fuga se abrieron nuevas causas penales; el tercero, operativo, aborda la cuestión judicial; y el cuarto, de control, hace el seguimiento del trabajo, mide tiempos y observa las trabas que surgen para resolverlas.

El Cufre responde al Sistema Federal de Comunicaciones Policiales (Sifcop) aprobado el 28 de septiembre de 2015, y se sustenta con el aporte de la Secretaría de Cooperación, los poderes judiciales, ministerios públicos y legislaturas. Supervisa y activa lo relacionado con los prófugos para lograr su recaptura, pero no participa de esa acción. Solo reúne la información sobre los evadidos para que todos los entes del Gobierno que intervienen -tanto a nivel nacional como provincial o municipal- den el alerta sobre la fuga de los sujetos.

Antes de que el comando se pusiera en funcionamiento, las fuerzas de seguridad no compartían información sobre los prófugos. “Lo que se busca es la interacción de los entes y organismos del Estado para lograr la detención de un prófugo”, dijo un integrante del Cufre.

La diferencia entre el Cufre y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) es que estos hacen tareas de inteligencia, mientras que el comando coordina actividades para la búsqueda de prófugos.