04/12/2017 - 04:00hs
El índice de esta problemática aumentó un 330 por ciento desde 2010, año en el que se registraron 440 causas mensuales. En la actualidad, el promedio es de 1.454. Se trata de casos de abusos intrafamiliares o relacionados con la salud mental y la niñez
La cantidad de casos denunciados de violencia intrafamiliar preocupa a la Justicia platense y a las ONG que se ocupan de esta problemática. De acuerdo a un relevamiento judicial al que tuvo acceso exclusivo diario Hoy, en 2010 se registraron en el ámbito del Departamento Judicial La Plata, en promedio, 440 episodios mensuales, mientras que en 2013 fueron 968. En lo que va del presente año esa cifra alcanzó los 1.454, lo que implica un incremento del 330 por ciento en siete años.
Según el área de Estadística y Planificación de la Suprema Corte Bonaerense, en lo que va del año se iniciaron alrededor de 16.000 causas solamente en los dos juzgados que intervienen en conflictos relacionados con la violencia familiar, la salud mental y la niñez en La Plata. Se trata de los Juzgados de Familia nº 4 y 5, a cargo de los jueces Silvia Mendilaharzo y Hugo Rondina, respectivamente. De acuerdo a la fuente oficial, entre los dos juzgados se recibe un promedio de 48 denuncias diarias, la mayoría de las cuales comienzan en la Comisaría de la Mujer o en la misma fiscalía de calle 7 y 57.
Muchos de esos casos tienen que ver con violencia de género, otros con pedidos de internación para personas con problemas de salud mental y otros con solicitudes de protección para niños en peligro.
Una vez que una víctima se presenta en la comisaría, una copia de la denuncia va al fuero penal y otra, al fuero de Familia. Cuando el caso representa una situación de vulnerabilidad para el o la denunciante, el juez interviene rápidamente con una medida perimetral sobre el agresor y se contiene a la persona con un gabinete interdisciplinario compuesto por psicólogos y peritos. Rondina y Mendilaharzo pueden interponer una perimetral, pero no es su competencia ordenar la detención de un agresor; esa medida corresponde al juez en lo penal.
Cifras que alarman
Esos dos juzgados se crearon hace una década, a raíz de la necesidad de darle una respuesta a la sociedad. En 2010, la cantidad de causas fue de 5.284, en 2013 la cifra anual trepó a 11.626, y en lo que va de 2017, ya son casi 16.000. Ante este alarmante incremento, la Suprema Corte aprobó una resolución mediante la cual solicitó la creación de dos nuevos juzgados protectorios. El Concejo de la Magistratura ya tomó los exámenes de los postulantes a ocupar esos cargos, y solo falta que se envíen los pliegos al Senado Bonaerense.
Una fiscalía especializada
En el departamento judicial La Plata todas las denuncias penales por violencia de género las aglutina la UFI nº 13, a cargo de la fiscal Mariana Ruffino.
En esa sede judicial se reciben unas veinte denuncias diarias, es decir, alrededor de 600 al mes. Desde la UFI nº 13 le explicaron a este diario que preocupa el fenómeno de la reiteración delictiva, que se da porque hay víctimas que radicaron hasta siete denuncias, sin encontrar respuestas que frenen el círculo de violencia.
En referencia a los indicadores de violencia de género, desde la UFI nº 13 de La Plata señalaron: “Cuando un papá observa que su hija tiene un noviecito que le toma el teléfono, que le escribe cosas en Facebook, que la cela demasiado y que no la deja vestir de una manera, cambiando la chica su actitud por el solo hecho de tener un novio, ese papá tiene que saber que ahí hay un gran indicador de que esa nena puede ser víctima de violencia de género”.
Promedio de denuncias mensuales en el fuero de Familia por casos de violencia
(Información del Departamento Judicial La Plata)
2010: 440
2013: 968
2017: 1.454
“Hay que tener un compromiso real con la prevención”
Ante el incremento sin freno de la cantidad de causas de violencia familiar registradas en la región, diario Hoy entrevistó a Graciela Fontana, quien es directora del Instituto de los Derechos del Niño del Colegio de Abogados de La Plata y trabaja en casos de niñez desde hace 30 años.
“Todos estos años venimos trabajando para cambiar los paradigmas en los ámbitos de la niñez en algo que parece obvio, pero no lo es: que los chicos son personas. Trabajamos para que los menores puedan ser oídos y su opinión sea tenida en cuenta y puedan tener el reconocimiento de derechos tanto en el ámbito familiar como social”, sostuvo Fontana.
En este marco, la letrada sostuvo: “Lo que vemos es que los temas de familia son complejos. Por eso necesitamos distintas disciplinas que se vayan incorporando, además de pluralidad de intervenciones e instituciones que acompañen. Hay que reconocer que tenemos un fuero especializado en familia con instituciones provinciales y nacionales que están en el marco de la Convención de los Derechos del Niño, y pese a todos los esfuerzos que se vinieron haciendo todos estos años, nos preocupan los indicadores (sobre la cantidad de denuncias) que nos dicen que hay que hacer más”.
Fontana agregó que “preocupa el aumento de las intervenciones en salud por falta de cuidado en la primera etapa de vida de los chicos. Es decir, la falta de instalación en lo preventivo. Vemos que ha bajado el nivel de cuidado con los niños como sociedad”.
Inconvenientes para sostener los procesos
Con respecto al recorrido judicial de los casos, Fontana aclaró que “más allá de la cantidad de causas y lo que pueda representar, también está el sostenimiento de esos trámites. Muchos se inician pero nos cuesta, a veces, sostenerlos, porque se necesitan distintos apoyos para salir adelante. Les exigimos a las mamás, pero ellas mismas no pueden con su persona. No se les puede exigir porque no tienen capacidad de respuesta, y ahí viene la idea de ser creativos y de pensar una capacidad de respuesta para ayudar a estas familias”.
La profesional explicó que “hay que tener un compromiso real en la prevención y en desnaturalizar toda esta cuestión de la violencia que nos atraviesa. Por otro lado, hay que reforzar las instituciones que se fueron creando, que realmente tengan la capacidad operativa de poder dar una respuesta efectiva. Si tenemos las instituciones pero estas no cuentan con los medios operativos para dar una solución, la acción pierde eficacia (para la víctima) y la sociedad. Uno puede tener muchos centros de atención, pero si estos lugares no cuentan con la infraestructura y el personal que esté sensibilizado para ese tema, eso también es otra frustración para el que va a pedir ayuda”.
La profesional explicó que en los casos donde hay delito, como abusos y maltratos graves, y donde también interviene el fuero penal “se necesita un abordaje especial que tiene que ver, primero, con el tema de la prueba. Y esto se lo tenemos que explicar bien a la familia. Tenemos que ver, también, cómo estas personas recorren ese procedimiento sin ser revictimizadas y que la prueba sea recabada por personal técnico especializado. Las instituciones existen, pero si cuando se inicia la denuncia la Justicia no está equipada ni los operadores preparados, todo lo restante no va a tener la misma eficacia”.