21/03/2015 - 08:43hs
Informes del ex investigador del Ministerio de Seguridad Jorge Rodríguez revelan que el equipamiento de los narcos que controlan el territorio de la villa 1-11-14 es considerablemente superior al de los efectivos de Gendarmería
Jorge Rodríguez, ex asesor del ministerio de Seguridad que conducía Nilda Garré, ratificó su denuncia sobre la existencia de diez laboratorios de producción de clorhidrato de cocaína en la villa 1-11-14 del Bajo Flores.
Rodríguez presentó durante su gestión 235 informes con datos muy precisos sobre la organización que conduce el peruano Marcos Antonio Estrada González. Y acusó a sus jefes y a la Justicia de "no hacer absolutamente nada".
Según sus propios reportes, los narcos están mejor equipados que los gendarmes apostados en los alrededores del asentamiento. Además, al parecer, no están allí para combatir el tráfico de drogas, sino para tratar conflictos vecinales.
En un reporte presentado el jueves a la prensa, Rodríguez recuerda una reunión con miembros del Ministerio de Seguridad de inteligencia en la que contó que en la villa 1-11-14 hay "300 'soldados' peruanos armados con FAL, AK 42 y AK 47" y que en los pasillos, donde se infiltró durante años, vio "peruanos con Uzi y mini Uzi".
“Los gendarmes llevan escopetas 12.70 con postas de goma, un enfrentamiento contra fusiles 7.62 resulta una broma de mal gusto, tal como me cansé de informarle varias veces a la Ministra por escrito", sostiene Rodríguez en alusión a la dispar calidad del armamento entre las fuerzas nacionales y los narcos de la villa.
La explicación es sencilla: "Los gendarmes tienen orden de no entrar a las calles y a los pasillos", explicó Rodríguez. Según él, el 90% de los casos que trataban los gendarmes eran sobre conflictos familiares y temas menores. “Ni siquiera tenían perros detectores de sustancias, pese a que hay varios en Campo de Mayo sin ser utilizados”, aclaró.
"Marcos paga 20 millones de pesos por mes de coimas", asegura Rodríguez.