21/02/2016 - 08:21hs
El cálculo más reciente sobre el dinero que mueven los narcos en nuestro país parte de un informe elaborado por la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC), dependiente de la Procuración General de la Nación. Según este estudio, en los últimos cinco años se detectaron maniobras de lavado narco por al menos cuatro mil millones de pesos: fideicomisos en barrios de lujo como Nordelta, compra de jugadores de fútbol, de edificios enteros, de flotas de autos y sobre, todo, de campos que hoy están bajo la lupa de la Justicia federal en distintos puntos del país.
Precisamente el número de los 4 mil millones de pesos –equivalente a unos 800 departamentos en Puerto Madero– surge del cotejo de una decena de causas judiciales en las que se tomaron en cuenta los embargos contra los acusados, sus movimientos financieros y los bienes que les fueron decomisados. Es absolutamente un piso, pero sirve para comenzar a aproximarse a la problemática.
La primera investigación a la que remite el informe de la PROCELAC apunta al presunto lavado de 1.500.000 dólares a través de fideicomisos en Nordelta (Tigre) con dinero de una banda de narcos colombianos detenidos en octubre de 2013. Tres imputados –el arquitecto Walter Mosca, el abogado Diego Colombini y Juan Carlos Di Fillipo– comparten tanto la acusación formal como el fuego cruzado de sus clientes, muchos de los cuales se quedaron sin la propiedad y sin el dinero. Tan seria se volvió la cosa que en mayo del año pasado la Policía detuvo a dos sicarios mexicanos cuando estaban a punto de entrar armados con pistolas con silenciadores al consultorio odontológico de la mujer de Colombini, en pleno barrio de Villa Crespo.
Tal vez el caso de mayor envergadura hasta hoy sea el de “Carbón Blanco”. Paralelamente a la causa por el tráfico de más de una tonelada de cocaína a Europa (entre 2011 y 2012), la Justicia Federal de Chaco inició una investigación por la ruta del dinero de la organización y embargó a sus miembros, entre ellos el abogado Carlos Salvatore, por 1.600 millones de pesos. Entre los negocios sospechados está la venta de un jugador al club Huracán. Con el futbol también se relacionó a las bandas de narcos de Rosario, particularmente a “Los Monos”.
En el informe de la PROCELAC se detalla cómo otra banda de esa provincia, la de Delfín Zacarías –quien cocinaba media tonelada de cocaína por mes en un country– manejaba una remisería con 40 autos y se indica que el grupo familiar había lavado dinero a través de créditos por valor de 1.700.000 de pesos entre enero y agosto de 2013. Parte del dinero de la droga había sido desviado a la construcción de una mansión y de un polideportivo de 6.500 metros cuadrados en la localidad de San Lorenzo.
A los narcos les fascina el confort y el lujo. Y un ejemplo de esto es cómo vivió en la Argentina el colombiano Ignacio Alvarez Meyendorff hasta que fue extraditado a Estados Unidos, en julio del 2013. Su despliegue y el de su familia –hoy procesada y embargada por 920.000.000 pesos– incluyó una estancia de 562 hectáreas en Chivilcoy con un casco de once habitaciones, nueve baños, sala de juegos, capilla y sala de cine.
El tema del lavado de dinero de la droga ocupa cada vez más espacio en la agenda política, no por casualidad. “El 36% de los casos a cargo del área de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo (LAFT) de la PROCELAC tuvo como delito precedente el narcotráfico”, explico a Clarín Carlos Gonella, titular de esta Procuraduría.
El 83% de las investigaciones iniciadas por los fiscales tuvieron su origen en reportes de la Unidad de Información Financiera (UIF), organismo que en su informe de gestión 2014 (el último publicado) también da cuenta del fenómeno de narcolavado: el 46,3% de las investigaciones en las que participó la unidad partieron de reportes de operaciones sospechosas (ROS) relacionados con el tráfico y venta de estupefacientes. Una vez más, la droga primera en el ranking.