En medio de la tensión, apenas un “besito” entre Macri y Carrió

Apenas “un besito”, de cortesía, frío como la brisa matinal de ayer, fue todo lo que recibió Elisa Carrió de Mauricio Macri

Faltó que se taparan la nariz. Apenas “un besito”, de cortesía, frío como la brisa matinal de ayer, fue todo lo que recibió Elisa Carrió de Mauricio Macri.

El encuentro, que reunió a empresarios aliados y funcionarios del Gobierno, tuvo lugar en el CCK y fue el primero luego de los serios cuestionamientos que vertió “Lilita” contra el ministro de Justicia, Germán Garavano, pero también contra el Presidente por no ir a fondo en la lucha contra la impunidad, acaso por compartir con Cristina Kirchner el espanto de la corrupción. “El Presidente solo me dio un besito”, dijo la diputada al cabo de un cónclave en el que hubo pocas miradas, todas fulminantes, y la tensión trascendió a través de las cámaras.

A la diputada se la relegó más allá de las primeras filas, pero cuando tomó el micrófono atizó el fuego: “No importan hermanos, primos, parientes, presidente ni expresidente”, dijo en un momento, en lo que pareció una clara alusión a las causas en las que aparece involucrada la familia presidencial. Tal el caso de los “cuadernos de las coimas”, que compromete a integrantes de la Patria contratista como Franco Macri o el primo del Presidente, Ángelo Calcaterra.

De hecho, la semana pasada la diputada criticó los despidos de tres funcionarios de la AFIP que investigaban a Calcaterra. “Perdí la confianza en el Presidente”, dijo, y le dio un ultimátum: “Debe elegir entre la línea [Daniel] Angelici o la línea Carrió. Elige o cae”.

El Gobierno esperó a que las llamas se extinguieran, pero ayer “Lilita” ratificó que no habrá tregua: “Voy a amigarme con el Presidente cuando me saque a Garavano”, insistió, adelantando que pedirá el apartamiento del titular de la cartera judicial que deslizó que “nunca puede ser bueno que un expresidente esté detenido”. Carrió está convencida de que el Ejecutivo apuesta a la libertad de Cristina para polarizar con ella y así asegurarse la reelección.

Pero hacia la tarde, acaso un llamado del Presidente, que necesita maquillar su imagen cuanto antes, logró que la líder de la Coalición Cívica echara algo de agua al fuego. Pues, si bien confirmó que pedirá el juicio político de Garavano, anticipó en su cuenta de Twitter que pospondrá la presentación para “distender” la situación, y que el episodio de la mañana fue “una broma”.

Pero hay miradas, besos, gestos que pueden decir más que mil palabras. Y ayer, Macri y Carrió podrían no haberse dicho nada para comprender que su relación ya no es lo que era.