El expresidente de Bolivia remarcó que el exjefe militar boliviano Jorge Terceros Lara, "quería ser presidente" de su país y que el golpe tuvo apoyo externo, "con Estados Unidos a la cabeza", como una suerte de "Plan Cóndor del Siglo XXI".
El exmandatario de Bolivia Evo Morales afirmó este marte que sufrió un golpe de Estado con apoyo "externo con Estados Unidos a la cabeza", similar a "un Plan Cóndor del Siglo XXI",
y aseveró que su excolega Mauricio Macri, acusado de enviar material
bélico a los sediciosos, "no fue compañero, vecino ni amigo" y que hay
"pruebas" que lo involucran en esa asonada.
Además afirmó que el exjefe militar Jorge Terceros Lara, quien le
agradeció al gobierno de Macri el envío de ese armamento para reprimir
protestas sociales, "quería ser presidente", y reveló que rechazó el pedido de los sediciosos de "comprar balas para matar al pueblo".
También reveló que hubo un ofrecimiento de 50 mil dólares a su personal de seguridad para que lo entregaran a los golpistas
y que Estados Unidos ofreció un avión para sacarlo de Bolivia, pero esa
propuesta le "dio risa" y sospechó: "nos iban a llevar a Guantánamo".
"Desde el primer momento supe que fue un golpe externo, no solo
interno, estaban a la cabeza Estados Unidos y países donde imperaban
gobiernos de derecha", dijo Morales por C5N al referirse al
movimiento que terminó con su derrocamiento y el ascenso de Jeanine Áñez
a la Presidencia.
Morales sostuvo que a fines de 2019 "montaron redes sociales desde
países vecinos" para socavar su Gobierno. Dijo que se planteaba "una
lucha ideológica, una lucha de clases" y destacó la aparición de "nuevas
pruebas sobre la participación del expresidente de Argentina en el
golpe de Estado".
"Estoy convencido de que hubo un Plan Cóndor del siglo XXI,
con participación también de algunos jerarcas de la Iglesia católica
por ejemplo", dijo Morales, al relacionar la situación con lo que fue el
plan de represión de las dictaduras latinoamericanas de los años 70.
Remarcó en ese sentido que, por ejemplo, "un obispo dijo que hay que
expulsar a los invasores, a los demonios. A los pueblos originarios nos
tratan de demonios, y en Canadá aparecen fosas comunes con niños
indígenas".
"En Bolivia no aceptan que los indígenas podemos gobernar; no aceptan
que los pueblos tienen mejores políticas que las políticas económicas
del neoliberalismo.
En poco tiempo hemos demostrado un crecimiento
económico con reducción de la pobreza", afirmó el expresidente
boliviano.
Añadió que "es importante la conciencia del pueblo, algo único lo que
pasó el año pasado en Bolivia, exactamente a un año del golpe
recuperamos la democracia sin violencia", y agradeció a "México y a
Argentina" por el apoyo que le dieron.
En cuanto al crecimiento económico que hubo en su Gobierno destacó que
al asumir "la renta petrolera era de 3.000 millones de dólares", y al
cabo de su gestión "la renta fue de 38 mil millones de dólares".
Sobre su relación con Macri dijo que "he tenido reuniones con Macri, pero ya no es compañero, vecino ni amigo cuando participa en un golpe de Estado".
También contó una anécdota como ejemplo de las diferencias ideológicas:
"Macri me preguntó en un evento 'cuánto va a crecer tu economía este
año', y yo le contesto 'cinco por ciento'. Me pregunta 'qué has hecho'
para crecer así y le respondo 'hay que nacionalizar los recursos
naturales'. Y entonces no me habló más. No podía entender".
También dijo Morales que en las investigaciones judiciales "no me
encontraron nada de vinculación con la corrupción y el narcotráfico de
mí, de mis ministros y de las familias".
"Gracias a la sinceridad, a la honestidad y a la verdad llegué a la Presidencia", enfatizó.
Sobre el armamento enviado por el Gobierno macrista a los golpistas
bolivianos, contó que el 9 de noviembre de 2019 le dijeron que las
Fuerzas Armadas querían tomar el poder y "le ofrecieron 50 mil dólares a
mi equipo de seguridad para que me entregaran".
Añadió que poco después "la policía llamó a mi equipo de seguridad y le volvieron a ofrecer 50 mil dólares" con ese fin.
Contó además que "la policía estaba tomando el aeropuerto de Yacuiba
antes de que yo renuncie y el 11 tomaron una unidad de fuerza especial
de lucha contra el narcotráfico". Pero hubo una operación en la que les
sacaron a policías de civil "armamentos, gases y 50 mil dólares",
supuestamente el dinero que se ofrecía por su cabeza.
También reveló que, ya con su derrocamiento casi consumado, "nos
comunican que Estados Unidos nos ofreció un avión para sacarnos (de
Bolivia), y me dio risa, porque nos iban a llevar a Guantánamo" (la
prisión militar de alta seguridad de Estados Unidos ubicada en Cuba).
Además, relató: "nos decían que el general Terceros iba a ser Presidente
y el mando militar me pidió una reunión solo conmigo. Me dijeron 'no
tenemos balas para garantizar la resistencia'" para eventualmente
protegerlo, pero él se negó a esa operación.
"Como puedo estar comprando balas para matar al pueblo", enfatizó.
Morales agradeció al presidente Alberto Fernández y a todos quienes lo
ayudaron durante su exilio forzado y dijo que "en la Argentina me sentí
como en casa durante 9 meses".