Horas cruciales en la Provincia: unidad peronista, el acuerdo PRO - LLA y los radicales por la tercera vía

A menos de 24 horas del cierre para la inscripción de alianzas electorales en la provincia de Buenos Aires, tres espacios políticos definen estrategias, negocian candidaturas y trazan sus caminos en medio de tensiones, reproches y maniobras de último momento.

Política

08/07/2025 - 00:00hs

Con la cuenta regresiva rumbo al miércoles 9 de julio, el tablero político bonaerense atraviesa horas decisivas. La inscripción de frentes electorales para las elecciones legislativas del 7 de septiembre marca una frontera concreta y simbólica: define quién confluye, quién rompe y quién se queda solo. La provincia de Buenos Aires, epicentro político del país, vive estas jornadas con reuniones frenéticas, roscas intensas y acuerdos precarios. En ese mapa, tres polos toman protagonismo: el peronismo, que logró un principio de unidad; la nueva alianza entre el PRO y La Libertad Avanza; y el intento de una tercera vía encabezada por la UCR, peronistas disidentes y sectores del centro político.

El peronismo bonaerense apuesta a la unidad

Con el fantasma de una fractura a cuestas, el peronismo bonaerense dio un paso central este fin de semana hacia la unidad. La reunión en la municipalidad de Merlo, encabezada por Fernando Espinoza y con presencia de figuras clave del universo K, kicillofismo y massismo, sirvió para destrabar una negociación trabada y plagada de desconfianzas. A esa mesa se sentaron Gustavo Menéndez, Julio Alak, Federico Otermín, Mayra Mendoza, Gabriel Katopodis, Marisa Fassi, Mariano Cascallares, Leonardo Nardini y Facundo Tignanelli, entre otros.

El diagnóstico común fue claro: sin unidad no hay forma de frenar el avance del frente libertario que encabeza Javier Milei, ni posibilidad de liberar a Cristina Fernández de Kirchner, cuya situación judicial funciona como catalizador de los sectores más militantes. La frase de Espinoza durante el encuentro fue clave para encauzar el acuerdo: “Si queremos la libertad de Cristina, el único modo de derrotar al Partido Judicial que la tiene presa es ganar las elecciones. Y lo único que nos permite eso es llegar todos unidos”.

Esa premisa, aceptada por camporistas, kicillofistas y massistas, permitió consensuar un esquema de apoderados integrados por Federico Otermín y Mariel Fernández por el cristinismo; y Verónica Magario y Katopodis por el kicillofismo. El Frente podría llamarse simplemente “Peronismo”, en un intento por unificar marca y pertenencia.

La ratificación llegó en el Congreso del PJ bonaerense, con más de 690 congresales que aprobaron por aclamación la consigna de “unidad, unidad, unidad”. Aun así, resta lo más delicado: el reparto de candidaturas. Se discute un 40%-40%-20% entre kicillofistas, camporistas y massistas, respectivamente, aunque el Frente Renovador pide un tercio para cada uno. Además, hay que integrar a espacios como los de Juan Grabois, Guillermo Moreno, Mario Secco, Claudio Lozano, Gildo Onorato y Martín Sabbatella.

En este delicado equilibrio, la conducción del PJ bonaerense busca evitar que la unidad lograda en la previa se diluya en el armado de las listas. Un eventual quiebre podría reabrir heridas que quedaron apenas contenidas por la urgencia electoral. “Todos querían todo, todos cedieron, todos ganaron”, sintetizaron desde el entorno de Axel Kicillof.

El PRO se pinta de violeta y acuerda con La Libertad Avanza

Mientras el peronismo se esfuerza por cerrar filas, el PRO avanzó en sentido contrario: selló un acuerdo con La Libertad Avanza para competir juntos en la provincia de Buenos Aires. La asamblea partidaria del PRO bonaerense, presidida por Néstor Grindetti, otorgó mandato a Cristian Ritondo para formalizar la alianza con el partido de Javier Milei. El argumento es explícito: “construir un frente que frene al populismo”.

El nuevo frente, que se inscribirá bajo el nombre “La Libertad Avanza”, integrará al PRO en las ocho secciones electorales bonaerenses, aunque todavía quedan detalles por definir como el color de la boleta, que todo indica será violeta. Intendentes como Julio Garro (La Plata), Soledad Martínez (Vicente López), Pablo Petrecca (Junín) y otros referentes como Diego Santilli y Sebastián Pareja participan de las negociaciones.

La ingeniería electoral aún no está cerrada: se revisa distrito por distrito para definir dónde hay acuerdos, diferencias o directamente ruptura entre amarillos y libertarios. En distritos sin intendentes del PRO, los libertarios buscarán avanzar con listas propias. En paralelo, crecen los reparos de dirigentes como Petrecca, aún sin convencer del todo con este frente.

El acuerdo PRO-LLA supone una ruptura con la tradición del macrismo en Buenos Aires y tensiona aún más con sectores de Juntos por el Cambio, que observan con recelo esta nueva sociedad. El riesgo de desdibujar identidades es latente, pero el cálculo electoral prima: ganar volumen y polarizar con el peronismo.

Radicales, disidentes y el desafío de la tercera vía

En medio de la polarización, un sector político diverso intenta construir una alternativa de centro: la llamada “tercera vía”. En ese espacio conviven la UCR bonaerense, con figuras como Miguel Fernández y Pablo Domenichini; el GEN de Margarita Stolbizer; el monzoísmo; el sector de Facundo Manes; y peronistas disidentes como Juanchi Zabaleta, Fernando Gray y Julio Zamora.

La UCR celebrará este martes su Convención provincial en La Plata para habilitar formalmente la posibilidad de sellar alianzas con fuerzas afines, o desempolvar la histórica Lista 3. El objetivo es conformar un frente electoral competitivo que no dependa del kirchnerismo ni de Javier Milei. “Sólo habrá acuerdo si se respeta el rol central del radicalismo”, advirtió Fernández, que además pidió “grandeza y sentido común”.

Las negociaciones incluyen nombres pesados: Emilio Monzó, Facundo Manes, Margarita Stolbizer y legisladores de peso. Se discuten lugares en las listas, candidaturas a renovar y condiciones de equidad entre los armadores.

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