Jaime: procesado y con prisión preventiva

Política

22/04/2016 - 06:07hs

La medida la dictó el juez Julián Ercolini por la compra de chatarra ferroviaria a Portugal y España. Un ícono de la corrupción K en caída libre. Por la tragedia de Once, De Vido presentó un escrito y acusó al motorman por la muerte de 52 personas

"A cada canalla le llega su hora de ajustar las cuentas”, reza un refrán popular, y nunca mejor aceptado su significado que después que ayer se conociera la resolución del juez federal Julián Ercolini procesando y ordenando la prisión preventiva al exSecretario de Transporte K, Ricardo Jaime, por la compra de material ferroviario inservible a España y Portugal realizada en 2005.

La medida alcanza también a su exmano derecha y presunto testaferro, Manuel Vázquez, por los delitos “de peculado de bienes, administración fraudulenta agravada por haberse cometido en perjuicio de una administración pública, cohecho y negociaciones incompatibles, y como partícipe necesario del delito de tráfico de influencias".

Ercolini les dictó a Jaime y Vázquez un embargo de 100 millones de pesos, y además, procesó por los mismos delitos a Julián Soba Rojo, un prestanombre que utilizaban los procesados para sus negociados y a Ricardo Testuri, un funcionario del área de Transporte que debía controlar el estado del material rodante que se compró en Europa, una tarea que jamás realizó.

Según se comprobó en la Justicia, en la operación de compra de vagones y locomotoras, que salió poco más de 100 millones de euros, se pagaron coimas por más de dos millones de euros, en donde las manos de Jaime y Vázquez habrían quedado pegadas de principio a fin en el cobro de comisiones.

De los 298 trenes que se compraron en 2005, sólo 86 funcionaron, descansando hoy todos ellos en diferentes depósitos ferroviarios del país, como el de Los Hornos, Gutiérrez, Gerli, Bolulogne, Rosario o Córdoba, donde se los puede ver oxidados y hecho añicos

De pocas palabras

Por su parte, ayer, el exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, debía declarar ante el juez federal Claudio Bonadio por su responsabilidad en la tragedia de Once que le costó la vida a 52 personas. Si bien se esperaba con ansias qué era lo que podía decir en Tribunales, solo presentó un escrito en el que apuntó contra el motorman de la formación ferroviaria, Marcos Córdoba, por tratarse de un “error humano”.

“Mantuvo la velocidad constante del tren en aproximadamente 20 kilómetros por hora durante los últimos dos kilómetros del recorrido. Ese es un error humano muy claro que explica el lamentable desenlace”, relató.

Además, De Vido planteó la nulidad de su llamado a indagatoria, y recusó al juez Bonadio por tener un "temor objetivo de parcialidad" en su proceder y fundamentó esa presunción en la "transformación pública y objetiva del juez en un cruzado ‘anti K’", aunque concedió que esa condición tal vez "no haya sido querida ni buscada".